Sexo sin consentimiento, algo que mete en líos a muchos canadienses.

Muchos ignoran que por Ley se debe tener permiso hasta de la propia pareja. El 67 por ciento de los canadienses no saben que deben tener permiso de su pareja para mantener una relación sexual activa, uno de cada 10 piensa que no se requiere el consentimiento de su esposa, esposo, o pareja para tener sexo, y si este permiso puede ser revocado en cualquier momento, pese a todas las implicaciones legales que esto conlleva.

TORONTO.- La mayoría de canadienses no saben que aun estando casados por mucho tiempo, en unión libre, en pareja o hasta en la misma cama en la que llegó con alguien, se requiere el consentimiento sexual de su compañero, compañera o amante, para tener sexo, mucho más si se trata de un encuentro casual, por eso muchos, especialmente hombres, terminan acusados de violación y con problemas con la justicia por una agresión sexual.
 

Un informe de la Fundación de Mujeres de Canadá, establece que hace falta mucha más información sobre las leyes y normas que permiten mantener relaciónes sexuales entre los canadienses, porque de acuerdo con la legislación canadiense, el consentimiento es el acuerdo voluntario para participar en una actividad sexual entre hombres y mujeres, que puede ser retirada en cualquier momento en una relación de pareja o entre extraños que están en una cama, si uno de ellos en determinado momento así lo dispone y se lo advierte a su compañera, compañero, o amante. Este punto final debe ser respetado, o se trataría de un delito sexual, de una violación, si el que quiere sigue el avance sexual, así exista de por medio una relación establecida.
 

Según el informe de la organización de mujeres que trabaja en defensa de los ataques sexuales contra el denominado sexo débil, el 96 por ciento de los canadienses saben que para mantener una relación sexual con alguien ambas partes deben estar de acuerdo, pero al preguntársele sobre lo que significa este consentimiento, el 67 por ciento de los encuestados no supo dar las explicaciones sobre las implicaciones de ese consentimiento, y mucho si se podía o no revocar este permiso en cualquier momento.
 

La encuesta también muestra que muchos jóvenes canadienses tienen aún más problemas a la hora de entender que es el consentimiento sexual, especialmente cuando involucran el uso de las nuevas tecnologías, porque para ellos si una mujer envía a un hombre una foto desnuda, eso implica una invitación a tener sexo, y no siempre es verdad, porque la persona solo puede estar buscando una relación en línea.
 

Uno de cada cinco canadienses de entre 18 y 34 años creen que si una mujer les manda un correo electrónico o textos insinuantes ya están aproando que quieren tener algo más que sexo virtual, y eso de acuerdo a la Ley, no es tan cierto, por lo que la Fundación dice que es una señal de que los canadienses necesitan desesperadamente mucha más educación sobre el uso y el significado de estas tecnologías.
 

Aunque para la organización de mujeres esta línea del consentimiento es muy delgada cuando ya hay una relación de pareja, el acuerdo entre las dos partes siempre debe existir, porque la mayoría de las agresiones sexuales en Canadá llegan por este camino. El consentimiento se establece especialmente para proteger a hombres y mujeres de una violación, porque se ha comprobado que la mayoría de las víctimas de ataques sexuales conocían y confiaban de sus agresores.
 

Según la encuesta realizada por la Fundación de Mujeres de Canadá, que se consultó a 1,500 canadienses entre el 8 y el 9 de abril, la eliminación de la violencia sexual, especialmente contra las mujeres tiene que ver mucho con la falta de conocimiento que deben tener las personas sobre una relación de pareja, porque no importa el tiempo que alguien lleva conviviendo con una persona, siempre debe existir el consentimiento sexual, para tener sexo.
 

Los delitos sexuales, de los cuales en su mayoría son víctimas mujeres, han empujado a que la justicia siente más precedentes sobre lo que significa el consentimiento, porque aunque la mayoría de los canadienses están de acuerdo en la actividad sexual debe ser consensual, desconocen el riesgo de ser acusados de una agresión sexual o asalto, cuando uno de los participantes decide que no quiere tener más sexo, o suspender la actividad que está llevando acabo, algo aún más grave si esto implica a menores de edad.