ENTRE LA MONARQUIA Y LA DEMOCRACIA La gran disyuntiva

Por: Anabelle Chacón Castro

Los reyes parecen haber existido desde siempre.  Tienen una condición casi divina que los simples vasallos no somos capaces de entender, ni siquiera en este tiempo.  No somos capaces de ver que su real existencia ilumina nuestras vidas y que siempre se sacrifican por su pueblo.  A la falta de esta aristocracia, Latinoamérica ha tenido que inventar su propia versión y la casta política ha tenido que darse estos aires de grandeza y encontrar mecanismos para perpetuarse en el poder y tener la jerarquía de reyes pero bajo el membrete de presidente y de haber sido electo por el pueblo que, a su vez, sustituye el designio divino.  Estos mismos personajes, son los que primero nos recuerdan el mal que nos hicieron los reyes españoles mediante su brazo ejecutor, los conquistadores, que colonizaron y explotaron estas tierras; sin embargo, al momento de emularlos y gozar de privilegios similares, hasta llegar a la pleitesía de parte de sus ciudadanos, se olvidan que son tan mortales como sus electores y que si el pueblo los eligió fue para que gobiernen y no para que se beneficien del poder.  Bajo esta perspectiva, la disyuntiva planteada entre monarquía y democracia, se vuelve complicada porque si bien los unos ya fueron impuestos por razones históricas, los otros tratan siempre de parecerse a los primeros.

Pero ahora el tema ha puesto esto en discusión, es la abdicación del Rey de España a favor de su hijo, el Príncipe de Asturias.  Para darnos cuenta de la dimensión del gasto que genera la realeza española, pongamos en conocimiento algunos números.  El presupuesto de la Casa Real, tras las bajadas que ha sufrido desde 2009, es de 7.775.000 euros y la asignación de la Familia Real, de 698.331 euros. El futuro Rey Felipe VI contará con un total de 461.376 euros para repartir entre el resto de miembros; todo esto aparte de los sueldos que perciben.   Felipe aumentará su sueldo un 100% y Letizia, un 28,9%. El todavía príncipe pasará a cobrar la retribución de 140.519 euros y los 152.233 para gastos de representación que hasta ahora ha cobrado su padre al año y la futura reina, los 131.739 euros que ha recibido Sofía.  Hasta la Infanta Leonor de 9 años, por convertirse en la Princesa de Asturias al pasar su madre a ser la Reina, cobrará un sueldo de 102,464 euros, mientras que España tiene dos millones de niños que pasan hambre, según el diario El Plural.  

Estas cifras, que son bien conocidas por el pueblo español, causaron indignación e hicieron que el día de la noticia de la abdicación se reúnan unas miles de almas en la famosa Plaza del Sol de Madrid para pedir que se haga un referéndum que decida sobre la continuidad o no de la monarquía.  Vale recordar que el regreso al sistema monárquico fue impuesto por Franco, jamás se le consultó al pueblo si lo quería o no.  Se aprovechó de una larga y sangrienta guerra civil, después de la cual los españoles querían solamente volver a la democracia como fuese y no se dimensionó que la imposición de la figura del rey estaba ya establecida en el tipo de Gobierno que determinaba la Constitución que permitió a España dejar la dictadura de Franco. 

Ojalá, aunque dudo, el nuevo rey, Felipe VI tenga la visión de liberar a su pueblo de esta figura innecesaria, que ha hecho daño a muchos países y dejar vivir una democracia plena; y, ojalá en los países que tienen reyes, no aparezcan  disfrazados de demócratas.