La infame historia de la migración británica a Canadá

Por Ciro Alquichire V.

LONDRES.- La idea era crear la supremacía blanca en las colonias, especialmente en países como Canadá, Australia, Nueva Zelanda y África, al tiempo que se liberaban de los niños considerados como un gran problema social y una carga económica para Inglaterra.

En Canadá estos pequeños fueron enviados a granjas, las niñas para el trabajo doméstico y los niños en las labores del campo. La brutalidad de los llamados padres o instituciones que los acogieron en el país, fue tan cruel, que algunos agricultores canadienses fueron incluso acusados de asesinar a estos niños.

Según una investigación de los archivos migratorios de Inglaterra, durante el siglo pasado miles de niños de orfanatos o que vivían en las calles de las grandes ciudades inglesas, inclusos hijos que campesinos que no tenían como mantenerlos, o los que quedaron después de las guerras, eran embarcados por cientos rumbo a las zonas de colonias inglesas, en muchos casos sin el consentimiento o conocimiento de sus familiares, incluso sin que ellos mismos supieran cuál era su destino.

Para el Gobierno Ingles era beneficio por partida doble, poblaban regiones de las que estaban recibiendo beneficios, y salían de una gran carga que significaba el mantenimiento de tantos huérfanos, pero nadie se tomó la tarea de averiguar que pasaba con estos menores de edad en las colonias, solo años después cuando se conocieron las denuncias.

Del deshonroso episodio migratorio se ha descubierto que los pequeños fueron sometidos en la mayoría de las veces a realizar los trabajos más pesados a las fincas o zonas donde llegaban, eran obligados a laborar jornadas largas, sin ningún salario, y solo por la alimentación y el alojamiento, mientras sus familiares asumían que eran adoptados como hijos de las familias inmigrantes a las colonias donde llegaban. Muchos de estos niños también fueron víctimas de la explotación sexual.

De acuerdo con los datos recopilados por los investigadores el objetivo inicial era expandir la población blanca en las colonias británicas, para competir con los nativos, los negros y los asiáticos, que eran mayoría en estas regiones y quienes se encargaban del trabajo duro.

Uno de los casos más triste de esta historia fue el traslado del alrededor de 10.000 niños a Australia, entre 1947 y 1967, donde se pudo comprobar que muchos de los pequeños fueron torturados para realizar las labores como esclavos.

En general eran niños menores de 16 años, huérfanos que eran manejados por instituciones católicas, quienes los enviaban a las colonias. Varios de ellos llegaron a trabajar en empresas de construcción sin una alimentación adecuada o medidas básicas de seguridad, por lo que con el tiempo salieron heridos o lesionados de sus labores.

Por ahora se sabe que muchas instituciones participaron en este tráfico de personas, porque aunque muchos de los niños realmente fueron adoptados y recibieron el beneficio de llegar al seno de una buena familia, la mayoría no corrió con la misma suerte.

Aunque aún no se ha podido establecer a cuánto asciende el número de víctimas de este programa migratorio de Inglaterra, se estima que alrededor de 150 mil niños fueron enviados a sufrir a regiones apartadas de Nueva Zelanda, Australia y Canadá. Para convencerlos de viajar en los orfanatos les decía que tenían una gran oportunidad de vida en el extranjero con una familia que los quería adoptar, las instituciones recibían una compensación a cambio y la supuesta familia recibía un “esclavo blanco”.