Histórica visita del Papa a Latinoamérica se inició en Ecuador.

Multitudinario recibimiento de los católicos en América. 

"Antes de irme, les doy la bendición. No les voy a cobrar nada, pero les pido por favor que recen por mí, ¿me lo prometen?’’ y la gente en Ecuador respondió al papa con un sonoro ¡Sí!. En una misa campal en Quito el Papa logró reunir unos 900,000 creyentes asisten en el marco de su gira por Sudamérica que incluirá a Bolivia y Paraguay.
 

QUITO.- El papa Francisco llegó a Ecuador en medio de una multitud profundamente emocionada que lo recibía con cánticos, flores y agitando banderas del Vaticano y de Ecuador. A las afueras del aeropuerto miles de personas gritaban al unísono "¡Francisco, Francisco!’’, mientras monaguillos que lo aguardaban en la pista se acercaron para darle la bienvenida a nuestro continente. Este es el segundo viaje del papa a América Latina, después del que realizó en 2013 para participar en la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro.
 

El Papa Francisco inició su gira por Latinoamérica en Ecuador, donde fue recibido por cientos de católicos. El pontífice vuelve a su región con un mensaje centrado en la inclusión social, fue recibido por el presidente de Ecuador, Rafael Correa en Quito, capital de Ecuador, en la primera parada en su gira latinoamericana, que lo llevará también a Bolivia y Paraguay.
 

El sumo pontífice que fue recibido por el presidente de Ecuador, Rafael Correa, junto a su esposa, Anne Malherbe, perdió el solideo a causa del fuerte viento, tan solo al salir del avión que o trajo a América, pero sin mediar palabra  estrechó la mano de niños vestidos con trajes típicos, que portaban banderas del Vaticano y del Ecuador y que estaban parados a los costados de la alfombra roja.
 

El papa recorrió Quito en su papamóvil y al día siguiente se trasladó a Guayaquil, donde visitó el santuario de la Divina Misericordia, ofreció una misa campal en el parque Samanes y almorzó con los jesuitas en el Colegio Javier, luego regreso de nuevo a la capital ecuatoriana, al centro histórico, donde el Presidente Correa lo recibió en el palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo y de ahí salió a la Catedral Metropolitana.

El martes, el papa se reunió con obispos en Ecuador, ofreció una misa multitudinaria en el parque bicentenario, -donde antes funcionaba el aeropuerto internacional de Quito, visitó la iglesia de La Compañía, de la orden de los jesuitas, situada a pocos metros de San Francisco, en el centro histórico de Quito.
 

Para este miércoles se espera que el sumo pontífice visite el Ancianato de las Hermanas de la Caridad y luego se desplazará al santuario de El Quinche, donde mantendrá un encuentro con el clero, religiosos y seminaristas. Según la agenda, el papa Francisco abandonará Ecuador al mediodía del miércoles, con destino a Bolivia, donde estará hasta el día 10 de julio y, al igual que en Ecuador, acudirá a dos ciudades: La Paz y Santa Cruz de la Sierra. La última fase de este periplo por América Latina será Paraguay, el país con mayor proporción de católicos de la región y de donde emprenderá el regreso a Roma.
 

Durante su recorrido por Ecuador desde el Papamóvil, Francisco saludaba, bendecía y prodigaba sonrisas a todos, que le devolvían los saludos ondeando banderas.
 

Agentes de policía e infantes de marina brindaban seguridad adicional al sumo pontífice. Los uniformados no dudaban en romper su propia misión para darse vuelta y tomar una fotografía al papa, que luego oficiaba multitudinarias misas camales, a las que llegaron miles de personas de todos los países de Latinoamérica.
 

En Guayaquil, miles de fieles con banderas de Ecuador y de otros países, unas más con el rostro del sumo pontífice, además de globos, cruces y otros objetos de carácter religioso se levantaban al paso de Francisco.
 

El clima en Ecuador mejoró con el paso de las horas del paso de Francisco por el país lo que facilitó que el pontífice pudiera estar con muchos de sus fieles seguidores y participaran en cada una de las actividades públicas y religiosas que se habían dispuestos en su primera para en su gira por Latinoamérica.
 

En su recorrido, el papa hizo una pequeña y sorpresiva parada para bendecir a una anciana en silla de ruedas, también paro para abrazar niños y enfermos, y saludar de mano a muchas personas, que no lo podían creer.