Ante inminente caída de su Presidenta, brasileños piden nuevas elecciones

Senado nombra comisión que adelantará proceso que terminaría con la destitución de Dilma Rousseff.

Encuesta reveló que la mayoría de los brasileños no cree que la salida de la mandataria, con su posterior reemplazo por el vicepresidente Michel Temer, solucione la crisis política, por ello creen que la mejor salida es realizar nuevas elecciones. El 62 por ciento de los brasileros estima que se deben convocar, pero para ello la Presidenta y el Vicepresidente deben renunciar, antes que termine el proceso que se les adelanta en el senado.
 

BRASIL.- La crisis política de Brasil terminará tumbando a su presidenta Dilma Rousseff, porque muchos creen no se podrá sostener por mucho tiempo en el cargo, especialmente ahora que el Senado avanza muy rápidamente en el proceso de destitución. Mientras esto se da ya han salido los posibles candidatos a remplazar a la mandataria, pero la situación aún no es tan clara, porque falta un largo camino por recorrer en los próximos dos meses. Muchos brasileros creen que la solución inmediata es hacer un llamado a nueva elecciones, porque el vicepresidente Michel Temer también está seriamente cuestionado, y no creen que llegue a solucionar nada, pero para ello sería necesario que los dos dirigentes del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), renuncien sus dos importantes cargos. Sólo entonces, el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, podría llamar a elecciones dentro de los siguientes 90 días.
 

Mientras se espera que esta posibilidad se dé, algo que los analistas políticos de Brasil dicen no pasará, el plenario del Senado brasileño eligió ya los 21 miembros titulares y 21 suplentes de la comisión que a partir del lunes examinará el proceso de destitución contra la presidenta, Dilma Rousseff. Las expectativas no son muy favorables para la mandataria, según sondeos de medios locales, que indican que Rousseff puede ser derrotada de nuevo, como ocurrió el pasado 17 de abril, cuando perdió por 367 votos frente a 137.
 

De acuerdo a medios en Brasil, la comisión del Senado analizará el proceso iniciado en la Cámara Baja y presentará un dictamen en diez días hábiles, aproximadamente el 9 de mayo. Dos días después habrá una votación y el dictamen será aprobado o archivado por mayoría simple. Si se aprueba, pasará a ser votado en el pleno, donde será necesaria la mitad más uno de los votos, siempre que voten al menos 41 de los 81 senadores. Según un sondeo del diario Folha de Sao Paulo, 50 senadores votarían para confirmar el proceso contra Rousseff, pero por ahora sólo 39 admiten que apoyarán su destitución definitiva.
 

El periódico O Estado de Sao Paulo informó de que más de un tercio de los 21 miembros de la comisión son investigados por el Supremo y cuatro aparecen en la lista de políticos denunciados en el escándalo «Lavacoches» (desvío de fondos de Petrobras). Los senadores citados en este escándalo son los oficialistas Gleisi Hoffmann y Lindbergh Farias, y los opositores Fernando Bezerra y Gladson Cameli. Hoffmann, exjefa de gabinete de Rousseff, supuestamente recibió un soborno de 250.000 euros. Lindbergh habría recibido unos 500.000 euros desviados de Petrobras para su campaña para el gobierno de Río de Janeiro en 2014.
 

Por su parte El ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva afirmó el lunes en Brasil que la Presidenta "resistirá el golpe del impeachment"  y "no reconocerá" un gobierno que no emane del "voto popular". En las últimas semanas antes de la votación en la Cámara baja, el 17 de abril, Lula da Silva encabezó las negociaciones del gobierno para evitar que los diputados aprobaran la continuidad del proceso, que ahora está en manos del Senado.