Los ricos están volviendo al centro de las grandes ciudades de Latinoamérica.

El modelo de desarrollo urbano de los centros de las ciudades que ha dado resultado en Europa y Norteamérica, ahora llega con mucha fuerza a Latinoamérica, especialmente a ciudades como Bogotá, Buenos Aires, Quito, Ciudad de Panamá, Cartagena, San Juan y hasta La Habana en Cuba, en donde gracias a la renovación urbana y la inversión en sitios históricos, estas zonas se han convertido en sectores de mucho lujo, confort, que atrae a muchos millonarios y turistas del mundo.
 

BOGOTÁ.- En los paises europeos, en Estados Unidos y en Canadá, gran parte de los ricos viven en modernos condominios, edificios de lujos, edificaciones antiguas pero muy bien conservadas, en las principales calles de los centros de sus grandes ciudades, como New York, Londres, Paris, Toronto, Vancouver, y Miami, pero en las grandes capitales latinoamericanas, los millonarios se salieron del centro y desarrollaron complejos urbanísticos con mucha seguridad a las afuera, dejando el caótico centro para los pobres y la delincuencia, pero al parecer las cosas están volviendo a cambiar.
 

Atraídos por atractivos urbanísticos, edificios de lujos, renovaciones y especialmente una buena valorización, los millonarios están volviendo a invertir en los centros de las grandes capitales de Latinoamérica o las ciudades con mayor desarrollo, como es el caso de Bogotá y Cartagena en Colombia, donde ya hay inmuebles que superan el millón de dólares, en zonas donde antes la gente no quería vivir, como las casonas antiguas en La Candelaria, y la zona antigua de la ciudad turística colombiana, donde ahora los precios están por las nubes y nadie quiere vender.
 

Según un informe de una revista especializada en economía, la situación se está repitiendo en el Casco Antiguo de Ciudad de Panamá, Quito en Ecuador, hasta el distrito de Puerto Madero en Buenos Aires, y en zonas situadas en, o cerca del centro histórico de esas capitales. Algo que se ha impulsado gracias al desarrollo turístico de las poblaciones con patrimonios históricos como San Juan en Puerto Rico y Cartagena en Colombia, donde difícilmente se consigue un inmueble para vivir y mucho menos para comprar, a no ser que se haga una propuesta muy elevada de dinero.
 

Lo que antes era miseria y olvido de muchas de estas grandes capitales como La Habana vieja en Cuba, y otras ciudades en donde el abandono dio vía libre a que los centros se convirtieran en solo sitios de trabajo de día, y mucho peligro en la noche, ahora esta floreciendo con millonarias inversiones de renovación urbana que realizan los gobiernos, que están impulsando a que los ricos ahora quieran regresar a estas zonas, no solo por la atracción turística que representan, sino porque se han convertido en el epicentro económico de estas urbes.
 

Los centros históricos están atrayendo una gran inversión y generando empleos de calidad, porque cada vez más se requiere mano de obra bien calificada para adelantar proyectos que respeten las estructuras existentes y que las rescaten del olvido, lo que ha generado una buena dinámica comercial en estas zonas urbanas, que ahora se han recuperado.
 

De acuerdo a varios estudios muchas personas se están moviendo a los centros de las grandes ciudades porque trabajan en estas zonas, y al vivir retirados deben enfrentar los problemas de movilidad que prevalecen en gran parte de estas urbes, pero además ya cuentan con lujos, los restaurantes y los sitios de diversión nocturna, que se han instalado en modernas y bellas construcciónes que hacen que estos entornos se vuelvan muy atractivos. Además está la mezcla entre lo histórico, lo moderno y los nuevos desarrollos tecnológicos, algo que se ha podido apreciar en Puerto Madero en Buenos Aires, o La Candelaria en Bogotá, donde se está desarrollando un estilo de vida con mucha clase, en medio de viejas casonas algunas bien conservadas y otras se están reconstruyendo respetando sus características.