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Acusan al Papa de esconder abusos sexuales de un cardenal

29 de Agosto de 2018 a las 08:58

Acusan al Papa de esconder abusos sexuales de un cardenal

Fue un silencio cómplice, asegura el arzobispo Carlo Maria Vigano.

ROMA.- Aunque la iglesia Católica ha aceptado parte de su culpa, y el Papa ha reaccionado con firmeza en cada caso que se conoce, incluso dijo sobre sus sacerdotes acusados eran como "satanás se disfraza de ángel de luz", las fuertes críticas contra el pontífice siguen creciendo en todo el mundo, a medida que se conocen más casos de abusos sexuales contra niños que fueron en algunos casos ocultados por los mismos jerarcas del catolicismo, entre ellos el Santo Padre.

Elegido hace cinco años para hacer cambios en una Iglesia sacudida por los escándalos, el primer papa latinoamericano de la historia encara las críticas internas de obispos y cardenales para que tome medidas concretas contra la pedofilia y sus encubridores.

Por eso, no sorprende que el llamado cáncer de la pederastia en la Iglesia fuera el tema central de la primera visita de un papa en casi 40 años a Irlanda, país donde estallaron los primeros escándalos. El viaje se convirtió en uno de los más difíciles del religioso, porque recibió muchos cuestionamientos, que continuaron a su retorno al Vaticano, especialmente luego que se conoció que el arzobispo Carlo Maria Vigano, acusó al papa Francisco de haber anulado las sanciones contra el cardenal McCarrick y de haber ignorado las advertencias internas sobre el comportamiento de carácter sexual del cardenal con jóvenes seminaristas y párrocos. 

El arzobispo Vigano cuenta que el actual papa Francisco le preguntó, poco después de asumir el cargo, en junio de 2013, sobre la personalidad de McCarrick. Según él, el papa argentino habría preferido ignorar sus advertencias y había anulado de hecho las sanciones de su predecesor. 

En su dura carta, el ex nuncio apostólico jubilado en la actualidad, acusa igualmente, dando los nombres, a un gran número de altos prelados de la Curia romana, entre ellos el número dos Pietro Parolin, de un silencio cómplice sobre los comportamientos de McCarrick.

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