Extranjero se casó con una canadiense y apenas llegó al país la abandonó

Por: CIRO ALQUICHIRE V.

Joven de 24 años pide la deportación de su pareja y denuncia que él solo quería papeles, porque ni siquiera consumó el matrimonio. Muchos creen que el programa de patrocinio de parejas necesita cambios para evitar situaciones similares y otros que es responsabilidad del canadiense establecer si se trata de un engaño y no de las autoridades de migración.
 

TORONTO.- La historia se repite nuevamente y esta vez fue para una joven de Calgary, que pensó que había encontrado el amor de su vida, un hombre apuesto que la enamoró por casi 4 años y con el que firmó un contrato matrimonial, pero que según su denuncia solo la engañó porque su pareja solo quería los papales para emigrar a Canadá.
 

Según la acusación de Hilwea Sleiman, de 24 años de edad, ella nunca pensó que llegaría a ser una de las tantas mujeres que se dejan engañar por un hombre extranjero, como lo había visto en muchas noticias, pero el amor la cegó. Ella firmó un contrato matrimonial con Omar Hendous en su país, lo que le permitió al libanés emigrar a Canadá, quien luego llegó a Calgary supuestamente a consumar el matrimonio y vivir con su pareja, pero viajó inmediatamente a Edmonton a visitar a su hermano y nunca regresó.
 

Según la víctima ella esperó el regreso de su esposo porque tenía la esperanza de que no se tratara de una estafa, pero al pasar de los días todo se confirmó, porque su pareja ni siquiera regresó por las maletas, y consiguió un trabajo permanente en Edmonton donde ahora vive. Dijo que el joven la engañó y la enamoró de tal forma que nunca dudo que se tratará de un falso matrimonio solo por documentos y cree que el matrimonio no se puede declarar como legítimo, porque no se consumó.
 

Según la historia Sleiman viajó a El Líbano en 2011, al matrimonio de un primo, y ahí se conoció con el que sería su novio de lejos y luego su esposo. Pese a la distancia la relación amorosa continúo hasta el año 2014 cuando decidieron casarse, para lo cual la canadiense debió viajar a Líbano, donde firmó un contrato de matrimonio, lo que le permitió patrocinar a su pareja para que le otorgarán su residencia permanente en Canadá. Según la víctima su esposo le dijo que por las tradiciones de su país la consumación de la relación solo se podía realizar en Calgary después de la boda oficial, pero este paso nunca se dio porque el joven llegó y luego a los 3 días desapareció.
 

Sleiman quiere que por el engaño su pareja sea deportada a su país de origen, para que más canadienses no sean engañados. Por ahora solo se sabe que Migración Canadá abre un proceso por la denuncia, pero el joven libanés, que ya cuenta con su residencia permanente, puede vivir legalmente en el país hasta que se tome una decisión en su caso. Aunque las leyes en este sentido han cambiado constantemente, con las normas vigentes se exige que la pareja del canadiense tenga que vivir mínimo dos años con su esposa o esposo, tiempo durante el cual recibe una residencia transitoria. Suleiman dice que ella presentó la demanda antes de marzo de 2015, por lo que ella cree que puede exigir la anulación del matrimonio y la deportación de su esposo.
 

Aunque muchos dicen que la responsabilidad recae tanto en el que engaña, como en el que es engañado, desde hace años  han aumentado las denuncias de hombres y especialmente mujeres que dicen que fueron engañadas por sus parejas solo para obtener la residencia permanente o la ciudadanía de Canadá, una situación que obligó al anterior Gobierno conservador el año pasado a establecer que la pareja de un canadiense solo obtendría una residencia permanente en Canadá luego de dos años de vida en pareja dentro del país. El nuevo Gobierno liberal ya anunció que va eliminar la medida de los dos años en las próximas semanas, lo que para muchos sería seguir permitiendo el engaño a los canadienses.