Cada vez es más difícil emigrar y ser ciudadano canadiense

Por CIRO ALQUICHIRE V.

Para bien o para mal, dependiendo de quién lo mire, las medidas del Gobierno han dado resultados porque están llegando mucho menos refugiados, menos padres y abuelos de inmigrantes, y las personas que se casan con un canadiense ya no obtienen tan fácil su residencia permanente.

TORONTO.- Actualmente Canadá acepta más inmigrantes con permisos temporales de trabajo que los que pueden inmigrar permanentemente como familiares de los que ya viven en el país. Para completar se redujo la aceptación de peticionarios de refugio y refugiados, y las residencias para las personas que se casan con un canadiense fueron restringidas, mientras sí se crearon normas para que las personas puedan perder más fácilmente su residencia permanente e inclusive la ciudadanía.

Aunque el Gobierno insista en todo lo contrario Canadá realmente lo que está buscando es que lleguen al país muchos más trabajadores temporales, mano de obra barata, o profesionales altamente calificados para las empresas, y no realmente inmigrantes que buscan ser ciudadanos, como pasaba en años anteriores, porque hasta la reunificación familiar a la que tenían derecho todos los que llegaban ha sufrido severos cambios.

Durante años Canadá se convirtió en la gran competencia de Estados Unidos, Inglaterra y Australia, y otros países del mundo que buscaban extranjeros para convertirse en potencias, atraer mano de obra calificada, e inmigrantes profesionales para poblar algunas zonas con bajo índice, por las facilidades que daba, lo mismo que para las personas que buscaban refugio o protección, pero en los últimos años eso ha cambiado radicalmente.

Canadá está siguiendo los pasos de EE.UU., con agresivas tácticas de control migratorio, que permitan el ingreso de trabajadores para remplazar las personas que se están jubilando o retirando de sus puestos de trabajo, pero la idea es que no se queden a vivir para siempre por la carga que esto implica en el futuro. Para muchos analistas la idea del Gobierno es traer para la empresas mano de obra barata que le permita al país competir, pero hasta esta política de Gobierno bien vista por algunos está afectando el salario de los canadienses, porque una compañía prefiere contratar a un extranjero que les puede pagar mucho menos, que aun local, que puede exigir mucho más.

Analistas afirman que durante el actual Gobierno se ha reducido al mínimo los inmigrantes especialmente de refugiados y de clase de la familia, que hace 30 años constituían el mayor número de inmigrantes que llegaban al país. Para muchos esto es bueno porque solo se está trayendo personal altamente calificado, pero para otros es malo, porque se está dejando a un lado a la familia como núcleo de partida para una nueva vida.

La reunificación familiar de los inmigrantes es mucho más restringida desde que ingreso el gobierno conservador. La llegada de padres y abuelos con residencia al país ya es un lujo, porque el cupo se redujo y durante meses este programa fue suspendido, por lo que hay una larga lista de espera. El gobierno ha impuesto estrictos requisitos de ingresos, uno de ellos es que las familias tienen que firmar un compromiso financiero de 20 años. Las medidas han impedido que muchas familias deban esperar hasta 10 años para lograr traer a su ser querido, algo que no pasaba en años anteriores. Para enfrentar las críticas el Gobierno creo la Super Visa, que les da derecho a venir a los padres y abuelos, pero las personas deben comprar un seguro de salud privado canadiense, y muchos creen que este es un privilegio solo para los ricos que pueden pagar. 

En esta escala migratoria de medidas para evitar entregar ciudadanías o residencias permanentes, desde agosto de 2014, los jóvenes de más de 18 años, que obtenían su residencia si dependían económicamente de sus padres, ya no pueden venir como un miembro de una familia, se aumentaron los años de espera, se limitaron los derechos de los peticionarios de refugio y a ello agréguele que las personas que se casan con un canadiense ya no obtienen su residencia permanente directa, le entregan una condicional por dos años, y muchas otras medidas más, que hacen más difícil que un inmigrante se convierta en ciudadano. .