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Latino denuncia explotación y maltrato en granja avícola en Canadá

30 de Julio de 2014 a las 08:26

Trabajador temporal guatemalteco dice que lo colocaban a trabajar día y noche y que fue despedido porque se lesionó. Denunció que él y sus compañeros de labores son obligados a trabajar hasta más de 100 horas semanales, y le tocaba vivir en total hacinamiento.

 

OTTAWA.- Esta semana se conoció un caso más de un trabajador temporal latino, de nacionalidad guatemalteca, que denunció ante los medios de comunicación que fue víctima de explotación y de malos tratos en una granja en Quebec en donde trabajaba en la cría de pollos.

 

En un informe revelado se afirma que Mario Rodolfo García, quien trabajaba en Canadá temporalmente como miles de extranjeros que llegan de Centroamérica, el caribe y México, cada año a la siembra, recolección de cosechas y labores del campo, afirmó que recibió de los directivos de una empresa ataques verbales y que fue obligado a trabajar casi 80 horas a la semana.

 

Este latinoamericano dijo que ha venido a trabajar a Canadá desde el 2006, a la región de Quebec, en muchas labores, pero especialmente al Servicio Avicole JGL, donde también laboran muchos hispanos. Labor que les permite reunir una suma de dinero para vivir dignamente en su país, junto a sus hijos y esposa, pero este año fue despedido por su empleador luego de resultar herido en uno de los trabajos que realizaba.

 

Según García, en diálogos con periodistas de CBC, él sufrió una lesión en el hombro durante la carga de los pollos en un camión, el 7 de junio de 2013, de lo cual informó a su empleador y luego fue llevado a un médico, porque no soportaba el dolor. Por su lesión García logró que la CSST, junta de salud y seguridad en el trabajo de Quebec, le diera una compensación temporal, la misma que perdió al poco tiempo, pese a que persistía el dolor y estaba bajo tratamiento.

 

Según el inmigrante que solo habla español, cuando él llegó por primera vez a Quebec, se le dio un contrato en francés que firmó sin saber realmente que firmaba, pero además que le quitaron el pasaporte, para que no pudiera hacer más nada. Según el director general de la empresa que lo contrató, Servicio Avicole JGL, los pasaportes se les quitan a los trabajadores para asegurarse de que no se les pierden, pero los trabajadores puedan tener acceso a ellos en cualquier momento.

 

El trabajador aseguro al medio de comunicación que las condiciones laborales de la compañía avícola eran "inhumanas", porque muchos trabajadores deben vivir en hacinamiento y recibían muchos insultos y amenazas de ser despedidos o deportados si se negaban a realizar trabajos por fuera del tiempo asignado, por lo que debía trabajar más de 40 horas semanales, sin ningún pago extra. Según él, llegan a trabajar entre 60 y 105 horas a la semana. Describió a la CBC como un día tuvo que trabajar toda la noche y luego fue obligado a levantarse para realizar un segundo turno, porque uno de los trabajadores se reportó como enfermo. Según García por su trabajo extra acumuló tantas horas, que el empresario que lo contrató todavía le debe dinero y se niega a pagarle, algo que la empresa niega.

 

De acuerdo con los organismos de control ya se han presentado 12 quejas contra la misma empresa de Servicio Avicole JGL. Todas están en etapa de investigación, en proceso y abiertos, por lo que no hay fallo en contra o favor de la empresa.

 

Muchos defensores de estos trabajadores han acusado al Gobierno de permitir la explotación laboral de estos extranjeros, que no denuncian nada por miedo a perder los actuales contratos o los de las próximas temporadas, y solo lo hacen cuando son despedidos o sufren algún tipo de lesión que no les permite trabajar.

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