PRESUPUESTEAR En enero siempre se hace cuentas.

28 de Enero de 2015 a las 12:44

Por: Anabelle Chacón Castro

Presupuestear no es un verbo fácil deconjugar y mucho menos de aplicar. Su sonido no es precisamente halagador; sino, le reto a conjugarlo. Yo presupuesto, tú presupuestas….Sin embargo, es muy necesario. Es importante sentarse a realizar un presupuesto, en todos los niveles de la vida, desde lo personal hasta lo profesional y, más aún, lo institucional.

Luego del gastadero de dinero que representa diciembre. En enero, todo el mundo está atosigado de cuentas por pagar. Así que este es el mejor mes para sentarse a hacer cuentas y planificar su pago y, por qué no, el año. Dentro de las resoluciones del Año Nuevo, se debe contemplar la parte financiera, puesto que todo sueño que tengamos requiere un financiamiento.

Si esto ocurre en el plano individual, lo mismo ocurre con las instituciones. En enero hay que hacer el presupuesto para saber cómo se va a financiar el desenvolvimiento en el transcurso de los meses subsecuentes. A nivel local, es decir Toronto, con el nuevo Alcalde de la ciudad, John Tory, se nos acabó la luna de miel.

Como buen político, está haciendo exactamente lo que nos dijo en campaña que no iba a hacer: subir los pasajes y aumentar los impuestos a la propiedad. Su disculpa, también la de siempre, su antecesor no previó muchas cosas y las obras están inconclusas y la ciudad tuvo un desgobierno total, cosa que sí es cierta porque no debemos olvidar todo lo que hizo y lo que no hizo Rob Ford. Sin embargo, pese a tener excusas para hacerlo, no debió entonces prometerlo en campaña.

Pero, dejando aparte lo que dijo o no dijo en campaña, el aumento de diez centavos al pasaje en el sistema público es una barbaridad de dinero. La ciudad provee un servicio de19 millones de usuarios diarios, de los cuales puede que un 10% sean menores de diez años y quedarían exentos del pago por la propuesta de compensación del Alcalde. Con estas cifras, significa que el Municipio tendría un ingreso extra de casi diez millones diarios.

Hay que sumarle a esto el incremento del 2.75%, que plantea Tory, a los impuestos a la propiedad, que representa el 38% del presupuesto total de la ciudad. Estos nuevos rubros son los que le permitirían cumplir con el proyecto de mejora al tráfico de la ciudad que planteó como el principal objetivo a cumplir ya que es la mayor queja de los torontianos respecto a la ciudad. Este proyecto incluyen nuevas rutas de metro, renovación e incremento de unidades, mantenimiento de las calles que tan destruidas quedaron después del último invierno; en fin, todo lo que Toronto necesite para que fluya el tráfico, para quienes conducen; y, tengan mejor servicio de transporte público, para quienes lo usan.

En el lado provincial, la Primer Ministra, Katherine Wynne, también está haciendo sus números para balancear los libros de Ontario para el presente año y dice que tiene un déficit que arrastra del 2014 de 19 billones de dólares. Pues claro que arrastra un déficit presupuestario, o es que ya se olvidó de los escándalos de manejos de fondos públicos que tuvo su partido.

Para mencionar el más célebre, y todavía irresoluto, las plantas de gas que le costó a la provincia 1.7 billones (otras cifras hablan de 3) en un proyecto que nunca llegó a caminar.

La estrategia de Wynne ahora es que el gobierno federal le cubra su balance negativo con el superplus que tiene y todavía no ha oficializado el Primer Ministro Steven Harper. Con seguridad, Harper lo hará, puesto que las elecciones se aproximan y Ontario y Québec son definitorias en la votación.

Lo cierto es que en enero, todos nos preocupamos de las finanzas y se requiere una planificación mínima para lograr objetivos en el año que se inicia. Que no todo sea dinero, que prime las personas, que se haga presente el viejo adagio popular “el dinero no hace la felicidad” y no se le haga caso a Woody Allen que complementa: “… pero puede comprarte algo muy parecido”.