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NUEVOS VIENTOS Al inicio del 2015

07 de Enero de 2015 a las 11:02

2015

Por: Anabelle Chacón Castro

La medición del tiempo siempre ha sido una necesidad de la humanidad. En sus inicios, se lo hizo con la observación de los astros, luego se inventaron ingeniosos mecanismos como el reloj del sol, de agua, de arena para terminar con los relojes mecánicos y ahora los digitales. Esto en lo referente a las medidas de tiempo diarias. Para las estacionales, fue necesario establecer primero los ciclos de los astros, en especial la luna y el sol, para comenzar a estructurar la idea de los calendarios. Sin embargo, todos estos mecanismos eran de tipo local y variaban de acuerdo a la situación geográfica. Ante esto, el Papa Hormisdas, en el año 525 encargó al monje Dionisio El Exiguo, establecer como Anno Domini (el Año del Señor) el de referencia para contabilizar el calendario; es decir, el año del nacimiento de Jesús. A partir de esta referencia, se cuenta los años como antes de Cristo AC y después de Cristo DC (en inglés BC, before Jesuschrist; y, AC, after). Sin embargo, Dionisio cometió un error de cálculo y, históricamente, tiene un desfase de cuatro años al no haber contabilizado el reinado de Augusto. Tomando en cuenta esto, el nacimiento de Jesús habría ocurrido entre  el año 4 a 6 AC (antes de Cristo).

 

Esto fue un gran adelanto para la humanidad: la contabilización del tiempo y, con ello, la organización de los hechos históricos para darle un sentido a la raza humana. Cabe destacar, que los hechos se fueron ajustando en fechas para que tengan un sentido en la cadena de acontecimientos.

 

Si esto pasó hace miles de año, hoy por hoy, no nos deja de sorprender la llegada de cada Año Nuevo, tanto a nivel individual como colectivo. En uno y otro caso, es bueno hacer un alto cada año para hacer una evaluación de lo que fue y de lo que será, tratando que siempre haya una visión optimista. Desde el punto de vista colectivo, como sociedad, creo que lo más importante que nos dejó el 2014 es el nuevo despertar de la mujer, sobre los derechos que tiene. Prueba de ello el reconocimiento del Premio Nobel de la Paz para la niña paquistaní, Malala, por su compromiso con el derecho a la educación de las niñas; y, las denuncias sobre los abusos sexuales, callados por años, a manos de personalidades, como prueba de que en el primer mundo la situación de la mujer todavía tiene mucho camino por recorrer. Estos hechos tienen más validez cuando se contraponen a los secuestros de niñas inocentes en el Africa o a la esclavitud a la que se somete a niñas por parte del Estado Islámico.  Sería interminable nombrar más hechos.

 

En lo personal, creo que todos tenemos nuestros éxitos y fracasos, para celebrar los primero y aprender de los segundos. Es bueno dejar el pasado atrás, para vivir el presente y construir el futuro. El Año Nuevo, aunque sea una fecha convencional, sigue teniendo su encanto renovador y se vuelve un momento de esperanza de tiempos mejores. Es la oportunidad de revitalizarnos y tomar nuevas energías para buscar alcanzar sueños. Aquí radica la esencia de la vida porque dejamos de vivir cuando dejamos de soñar. Que el 2015 les traiga esos nuevos vientos a su vida y sea un año de bienestar para todos, que aprendamos a vivir en paz, es el sueño por alcanzar. Un abrazo a todos mis lectores.

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