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EVA EN EL PARAISO Cuando la historia se repite.

19 de Febrero de 2015 a las 13:30

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Por: Anabelle Chacón Castro

Quisiera que esta fuese un relato bíblico, pero está muy lejos de serlo. La Eva a la que hago referencia no es la madre de la humanidad, sino que me refiero a Eve Adams,  quien ha repetido la historia de nuestra progenitora. La semana anterior Adams fue protagonista de otra noticia funesta en su carrera política. Pero si hay una Eva, debe haber un Adán; y, claro que lo hay, su nombre: Justin Trudeau.

 

El viernes 13 de febrero, con bombos y platillos, Trudeau anunció la bienvenida a Eve Adams al Partido Liberal. En una conferencia de prensa, totalmente innecesaria, Adams explicó lo inexplicable, que luego de abandonar el Partido Conservador porque había sido tratada muy mal y que ella no puede aceptar ser tratada así y que se trate a los canadienses también así; o sea que lo hace por nuestro bien. Pero lo que se le olvidó mencionar es que el 29 de enero, fue informada que no podría participar en ninguna elección en representación de los conservadores; en el buen cristiano, fue informada que estaba fuera del partido y esa era la verdadera prisa de encontrar otra tienda política.

 

Adams desde su época de colegio se inició con los “torys” y ha militado con ellos por más de veinticinco años. En su ambición, se ha visto involucrada en varios escándalos durante las elecciones. Primero representando Mississauga, luego  Brampton; y, finalmente Oakville, donde reside y donde, luego de una batalla campal por la elección con su rival, Natalia Linschyna, ambas fueron sancionadas  y tuvieron que abandonar la candidatura.

 

En este paraíso político, también hay la manzana de la discordia con la que Eva tienta a Adán. En este caso es Dimitri Soudas,  novio de Adams y ex director ejecutivo del Partido Liberal además de haber sido el director de comunicaciones del Primer Ministro Steven Harper. Soudas, por sus antiguas posiciones con los conservadores, debe saber muchos de los secretos que ahora estarían a disposición de los liberales gracias a este extraño concubinato que ahora se da. Soudas fue retirado de su posición como director ejecutivo en marzo del año pasado por haber mostrado un apoyo irrestricto a la candidatura de Adams, mencionada antes. Como dicen en inglés “he knows where the bodies were buried” y los secretos que conoce Soudas pueden ser de gran utilidad para los liberales.

 

Como se ve, estos dos personajes no han tenido un pasado glorioso y no deja de llamar la atención la forma en que Trudeau los acoge en su partido, contrariando la posición de muchos de sus mismos co idearios. Parece no importar mucho al momento de ser el protagonista y presentarse a las cámaras para robarse el show a lado de la preciosa Eva y saborear la manzana de la discordia. La presentación se parecía más a una cita a ciegas que a una exposición política, aunque el liberal hiciese mención a los desatinos de los conservadores y la preservación de los derechos de la mujer, tratando de enmarcar la conducta de Adams como intachable. En una decisión inmadura de su parte, Trudeau abala algo inaceptable y, nuevamente, como dicen en inglés “she crossed the floor”; es decir, ella se cambió de partido y no en los mejores términos.

 

Siguiendo con la temática bíblica, recuerdo lo que mi madre suele decir: “Dios perdona hasta el pecado, pero no el escándalo”. No era necesario el que los liberales acojan a Adams, pero si lo fuese, no era necesario la fanfarrea con que lo hicieron; en vez de ser una ganancia política es una pérdida, no solamente por su efecto desalentador en el electorado sino por lo que significa a sus propias filas, porque alguien va a tener que ser desplazado para darle un lugar en las próximas elecciones a la flamante rubia y este sería Mike Collen, MPP liberal que tiene el mismo distrito al que pertenece Adams y que tendría que cederle su puesto, pero Collen ya se ha anticipado a la jugada y ha declarado: “Over my dead body”, “sobre mi cadáver” y eso… está por verse.

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