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CUATRO POR CUATRO No siempre es dieciséis.

08 de Abril de 2015 a las 10:21

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Por: Anabelle Chacón Castro

No se trata de una nueva ley que ha sido implementada de la estadía máxima de cuatro años para trabajadores temporales extranjeros, TFW por sus siglas en inglés, sino que viene desde antes y se aplica a quienes ingresaron con permiso de trabajo el 1 de abril del 2011 y este año cumplieron cuatro años; por lo tanto, deben salir del país y para poder volver a trabajar en Canadá deben esperar cuatro años; de ahí su nombre: “four by four”.

Como toda ley, tiene una serie de condiciones y excepciones, pero –básicamente se trata de eso, de que alguien que ingresa al país como trabajador temporal solamente puede estar máximo cuatro años y tiene que salir del país para poder calificar nuevamente e ingresar otra vez como trabajador temporal.
 
En el fondo, esta ley lo que quiere es garantizar que se cumpla la temporalidad de los trabajadores. Obviamente, quienes se ven afectados son los que hacen los trabajos manuales y, difícilmente, pueden aspirar a conseguir una residencia permanente como trabajadores calificados o profesionales, menos aún como inversionistas, pues si tuviesen estos atributos no optarían por el permiso temporal ni estarían sujetos a esta ley.
 
¿Cuál es la política de trasfondo de esta ley? Simple. Garantizar mano de obra que ofrezca juventud y fuerza, para trabajos agrarios o manuales, y que pida menos porque no va a envejecer aquí. Claramente, se oficializa una forma de explotación, porque la edad útil de quien trabaje va a ser la de los mejores años. Bajo esta ley, difícilmente va a querer venir a trabajar un hombre de mediana edad mientras que un hombre joven tendrá la oportunidad de acogerse a esta ley un par de veces o quizás tres,cuatro muy improbable.
 
En el caso de hacerlo tres veces, significa que invierte un total de veinte años de su vida, ya que en tres veces son doce años de trabajo aquí más ocho de espera, para poder regresar. Si se toma, por ejemplo un hombre de veinte años, ya en la tercera vez tendría cuarenta. Durante este tiempo, está el agravante que ese hombre tampoco tendría la oportunidad de tener un trabajo fijo en su país de origen ni los beneficios laborales que esto implica, pero tampoco los tendría en Canadá porque es, simplemente, un empleado temporal.
 
Bajo esta perspectiva, el panorama no es alentador para quienes se ven forzados, por la necesidad económica y la falta de empleo en sus países, a venir a trabajar en estas condiciones a Canadá. La ley como tal está diseña para favorecer al empleador, quien siempre tendrá la oportunidad de renovar su fuerza laboral, pero no se cumple un principio de solidaridad para quienes vienen a ofrecer su mano de obra para que este país prospere y se les niega la posibilidad de establecerse en forma permanente.
 
Imagínese Usted si alguien quisiera hacerlo por cuatro veces, cuatro por cuatro es dieciséis más tres intervalos de cuatro años cada uno sería doce adicionales; es decir, un total de veintiocho años.
 
Creo que nadie estaría en condiciones de lograrlo. Por lo tanto, en este caso, cuatro por cuatro no son –definitivamente- dieciséis.

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