ARTICULO

Ciudadanía Canadiense: ¿Derecho o Privilegio?

02 de Marzo de 2016 a las 10:15

ciudadania

Por: Rene Berrospi

TORONTO.- Según juristas en derecho internacional, “la nacionalidad es el lazo jurídico que une a los individuos con el Estado y que los hace sujetos del mismo”, es decir, la nacionalidad como concepto es un nexo legal entre los individuos y el propio Estado, además el concepto de nacionalidad es considerado un derecho humano, conforme a la Declaración Universal de Derechos Humanos, que estipula el derecho a tener y cambiar de nacionalidad, entendiéndose este concepto como un derecho universal que no puede ser negado por ninguna circunstancia.  
 

La semana pasada fueron anunciadas las modificaciones a la actual ley de ciudadanía canadiense, los principales cambios realizados por el gobierno liberal han sido un retorno a la ley anterior, siendo estos en resumen los siguientes: (a) derogar los supuestos de revocación de la ciudadanía canadiense relacionados con seguridad; (b) derogar el requisito de la “intención de residir en Canada”; (c) reducir el número de días que las personas deben estar presentes en Canadá regresando a la norma anterior; (d) limitar el requisito de la prueba de conocimientos para los aplicantes desde 18 a 54 años; y finalmente, (e) autorizar al Ministro para retener documentos que puedan ser considerados fraudulentos. 
 

El gobierno liberal se ha limitado a restaurar y derogar partes sustanciales de la ley de fortalecimiento de la ciudadanía canadiense que propuso el gobierno anterior, desde mi punto de vista, esta ley tenía varios defectos legales, ya que una ley de fortalecimiento de la ciudadanía canadiense nunca debió ser tan controversial. El problema se centró en que el gobierno anterior optó por desestimar las recomendaciones acerca de las violaciones al Canadian Charter of Rights and Freedoms (Carta Canadiense de Derechos y Libertades). El regreso a la ley anterior posibilitará mayor acceso a la nacionalidad canadiense; sin embargo, mi principal crítica se basa en el hecho de no tener una penalidad específica para el caso de personas que usan la nacionalidad canadiense de manera equivocada como es el caso del terrorismo, todos los países desarrollados tienen legislación en este sentido y el uso indebido para actos de terrorismo debe ser sancionado, Canadá no puede permitir que personas usen su nacionalidad para cometer estos crímenes.    
 

Si bien el retorno a la ley anterior es de cierta manera positivo, lo considero como un mensaje político equivocado, la ley de ciudadanía indudablemente necesitaba de mejoras, pero restituir la ley anterior, envía un mensaje equivocado, siendo que cada gobierno o partido político en el poder harán sus propias leyes, restituir una ley sin implementar mejoras sobre todo en un tema tan sensible, no tiene sentido, y envía el mensaje de cada partido o gobierno que gane la elección restablecerá la ley anterior.  
 

Volviendo al origen de la discusión, la ciudadanía canadiense es definitivamente un derecho, pero considero que también es un privilegio, ya que todo derecho genera deberes y obligaciones, no puede permitirse que la nacionalidad canadiense pueda ser utilizada indebidamente. En conclusión, la ciudadanía canadiense se adquiere por el hecho de vivir físicamente en este país, pero también es un nexo legal que tiene que ser respetado por los ciudadanos para quienes genera deberes y obligaciones. La nacionalidad canadiense es percibida como una de las nacionalidades más prestigiosas en el mundo y el gobierno conjuntamente con los ciudadanos tiene la obligación de mantenerla, por lo que los cambios son positivos, pero no son suficientes a la luz de los problemas internacionales con el terrorismo.  
 

Para cualquier consulta, no duden en escribirnos o contactarnos al siguiente
e-mail: rberrospi@arconsultingfirm.com o comuníquese con nosotros al siguiente teléfono (647) 228 - 1705 (línea directa en español).

Comentarios

escribenos