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El histórico encuentro de dos acérrimos enemigos, Trump y Kim Jong

12 de Junio de 2018 a las 08:32

Estuvieron a punto de desatar una guerra mundial y ahora hablan de desarme

Luego de insultarse, amansarse, atacarse y poner al mundo a pensar en una tercera guerra mundial, los Presidente Donald Trump de Estados Unidos, y Kim Jong de Corea del Norte, realizaron en Singapur un encuentro histórico, que se inició con un apretón de manos delante de los periodistas, frente a las banderas de sus países y terminó con un dialogo, que por lo dicho dejó a los dos mandatarios con buenas expectativas sobre un mejor futuro entre las dos naciones. Trump aseguró que el proceso de desnuclearización de la península coreana comenzará "muy pronto".  Los dos dirigentes firmaron un documento, que el mandatario estadounidense calificó de "global" y el líder norcoreano de "histórico".

 

SINGAPUR.- "Tendremos una relación fantástica, no tengo ninguna duda", dijo el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sonriendo junto a Kim Jong, Presidente de Corea del Norte, quien reconoció que no fue fácil llegar a ese encuentro. "Los viejos prejuicios y prácticas fueron obstáculos en nuestro camino hacia adelante pero los superamos todos y hoy estamos aquí". Los dos mandatarios realizaron un encuentro histórico, en Singapur, después de un conflicto de 65 años entre las dos naciones.

Los dos hombres se acercaron uno al otro y se dieron la mano mirándose a los ojos en un hotel de Singapur, antes de sentarse juntos ante los medios de todo el mundo. El inquilino de la Casa Blanca auguró una nueva era con Kim Jong Un. "Tendremos una relación fantástica, no tengo ninguna duda", dijo Trump, sonriendo junto a Kim, ante la prensa de todo el mundo.

La reunión, cuyo objetivo es tratar la posible desnuclearización de Pyongyang, es la primera entre mandatarios de ambos países tras casi 70 años de confrontación a raíz de la Guerra de Corea (1950-1953), y 25 de negociaciones fallidas y tensiones a cuenta del programa atómico norcoreano.

Tras su reunión cara a cara, Trump y Kim tuvieron un encuentro con sus equipos respectivos y una comida de trabajo, en los que pudieron hablar en probado, solo con la presencia de sus respectivos traductores.  Se cree que arsenal nuclear norcoreano, que provocó una serie de sanciones de la ONU a lo largo de los últimos años, fue uno de los temas principales que se trataron.

Para los analistas e historiadores, existe la posibilidad del desarme, como un acuerdo posterior al encuentro entre los dos mandatarios, pero muchos recordaron que el régimen de Pyongyang tiene un historial de promesas incumplidas. En 1994 y en 2005 se cerraron acuerdos que nunca se aplicaron. 

Trump dijo a los periodistas que su reunión de 48 minutos a solas con el líder norcoreano había ido "muy, muy bien", y Kim no respondió a la pregunta de si está dispuesto a deshacerse de sus armas nucleares.

Tras la fallida cumbre del G7 en Canadá, del pasado fin de semana, Trump fue el centro de la atención del mundo entero, con 5.000 periodistas acreditados en el lugar, y aunque ha recibido mucha críticas por su manejo de la política internacional, al menos este primer encuentro con el polémico líder norcoreano, que podría evitar una guerra, por ahora ha salido muy bien librado.

Por ahora, entre los dos mandatario que tanto se insultaron en el pasado, de hecho, se inicia una buena relación, a menos por lo que ellos mismos comentaron.  Atrás quedaron insultos como “Pequeño hombre cohete" o "viejo chocho", que son sólo algunos de los agravios que el presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, intercambiaron en el último año antes de anunciar su histórica cumbre.

 

 

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