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Saqueos, vandalismo en marchas de protesta en Colombia contra la reforma tributaria del Gobierno

29 de Abril de 2021 a las 05:53

Saqueos, vandalismo en marchas de protesta en Colombia contra la reforma tributaria del Gobierno Multitudinarias manifestaciones en rechazo a proyecto Duque, en medio de ola de la pandemia

Por una reforma tributaria que nadie quiere, incluso los partidos políticos de Gobierno, pero en medio de la tercera ola de la pandemia, que está dejando miles de personas contagiadas y cientos de muertos cada día, miles de colombianos se tomaron las calles en Medellín, Bogotá, Bucaramanga y Cali, y gran parte de las principales ciudades y pueblos del país. La mayoría de las marchas se realizaron de manera pacífica, pero no faltaron los vándalos, los violentos y los delincuentes que aprovecharon el caos, para destruir y realizar saqueos al paso de la marcha. Alrededor de 40 personas fueron arrestadas, 42 uniformados resultaron heridos, varios manifestantes fueron golpeados, y una persona murió en Cali.

BOGOTÁ. – La jornada de protesta o denominado paro nacional, empezó de forma pacífica, con música, bailes y arengas, pero terminó en actos vandálicos, saqueos y enfrentamientos de algunos grupos violentos, entre los que se mezclan ladrones con la policía.

Que se retire la propuesta de Reforma Tributaria es el clamor de millones de colombianos que rechazan el proyecto presentado por el presidente Iván Duque, que busca entre otras cosas crear mayores impuestos, incluso a productos de la canasta familiar y los pensionados, para poder pagar un plan de reactivación económica, y de ayuda social a los más pobres, después del desastre que deja la pandemia.

El gran peligro es que las protestas ocurren en medio de un grave repunte de casos de coronavirus en varias ciudades, que amenaza con colapsar el sistema de salud del país, por lo que muchos expertos en salud, y hasta los gobernantes habían pedido que se aplazará el llamado paro nacional. Hasta la tarde del martes, un tribunal había emitido un polémico fallo que ordenaba aplazar la protesta para evitar el contagio masivo de coronavirus, incluso la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, también había pedido posponer la jornada, pero los organizadores siguieron adelante, y ahora piden incluso que se mantengan las protestas hasta que el Gobierno retire el proyecto.

El malestar es tan grande que pese a la pandemia se vieron multitudinarias manifestaciones por distintos sectores de la ciudadanía, como centrales obreras, estudiantes e indígenas, estiman que la iniciativa legal castiga a la clase media y es inoportuna.

Los episodios más tensos se vivieron en Cali donde una persona murió. La jornada comenzó caldeada después de que un grupo de indígenas Misak derribaran la estatua del fundador de la ciudad, el conquistador español Sebastián de Belalcázar. Según el alcalde, los "vándalos se dividieron la ciudad en diferentes áreas", para armar el caos y realizar los robos en bancos, centros comerciales y almacenes, algo que también se registró en Bogotá y Medellín.

El ministro de Defensa, Diego Molano, informó que hubo 44 policías heridos, 30 de ellos en Cali, y detalló que hay varias personas detenidas en seis ciudades del país, 19 de ellas en Bogotá. La Policía y el Gobierno no informaron aún del número de personas civiles lesionadas, pero organizaciones sociales como la Campaña Defender la Libertad, que eleva a cuatro el número de muertes (tres de ellos en Cali y el otro en Neiva), habla de casi medio centenar de heridos en varios puntos del país.

"Esta protesta es legítima en la medida que interpreta el clamor nacional de un rechazo de las políticas económicas y sociales de este Gobierno, que en medio de estas difíciles circunstancias pretende una reforma tributaria para saquear el bolsillo de los colombianos, mientras a los megaricos no se les toca un solo pelo", dijo Francisco Maltés, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).

El gobierno del presidente Duque presentó la semana pasada ante el Congreso un proyecto de reforma fiscal que originalmente buscaba recaudar 23,4 billones de pesos (USD$6.294 millones), equivalente a un 2% del PIB. La iniciativa propone gravar productos básicos de la canasta familiar y servicios públicos.

 

 

 

 

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