¿Quién es el culpable del mal plan de vacunación de Canadá? Mejoró, pero aun marcha muy lento

Con la tercera ola de la pandemia COVID-19 en Canadá, la demanda de dosis de vacunas de todas las provincias sigue creciendo, mientras el Gobierno no logra obtener rápidamente los millones de dosis que compró a las farmacéuticas. El plan de vacunación ha sido fuertemente criticado incluso por los médicos, por lento, lo que está generando una crisis hospitalaria en provincias como Ontario o Quebec, más contagios, enfermos, y muertos, pese a la millonaria inversión realizada, lo que está creando enfrentamientos entre alcaldes, gobiernos provinciales y el federal, porque cada uno se echa la culpa al otro, de lo que está pasando. El Canadá ha vacunado plenamente alrededor del tres por ciento de su población, aunque se debe aclarar que alrededor del 30% ya recibió una dosis. Países con mayor población y similares en desarrollo económico, ya van en el 30 o hasta el 50 por ciento de las personas vacunadas.  

EDITORIAL. – Buscando culpables al mal manejo del plan de vacunación de los canadienses parece la consigna de muchos críticos al sistema de salud de Canadá, especialmente por lo que califican como el mal trabajo realizado por los gobiernos provinciales y el Federal, a los que responsabilizan por el lento proceso, pese a que el país fue de las primeras naciones en comprar millones de vacunas e iniciar la vacunación.

Uno de los graves problemas es que Canadá pese a su avanzada tecnología, aun no fabrica sus propias vacunas, es totalmente dependiente de fuentes extranjeras, lo que genera el retraso de la llegada de las dosis necesarias.  Cuando comenzó la pandemia, Canadá, a diferencia de muchos otros países, carecía de una instalación que pudiera ser reacondicionada fácilmente para producir el vector viral COVID-19 vacunas de AstraZeneca o Johnson & Johnson, o los productos de ARNm ofrecidos por Pfizer y Moderna, por lo que se salió a comprar millones de dosis, pero no aseguró la llegada rápida de las mismas, lo que generó un proceso muy lento en su plan de vacunación.

Aunque Canadá está teniendo un mejor desempeño que algunos países en el G20, las críticas contra los gobiernos provinciales y el federal, que manejan el plan de vacunación del país, siguen creciendo a medida que los hospitales entran en crisis por el aumento de los contagios y los enfermos. Otras naciones, que estuvieron peor que Canadá en materia de enfermos e infectados y muertos, como el Reino Unido y los Estados Unidos, ya están saliendo adelante gracias a su plan de vacunación.

Se estima que hasta ahora se han administrado 231 millones de dosis de vacunas en los Estados Unidos y el 37% de la población adulta estadounidense ha sido vacunada completamente con dos dosis. Entre las personas mayores de 18 años, el 54% de los estadounidenses han tenido al menos una dosis. En el Reino Unido, se han desplegado más de 47 millones de dosis y el 64% de todos los británicos han tenido al menos una dosis. El Canadá ha vacunado plenamente sólo al tres por ciento de su población, una cifra baja explicada en parte por el largo intervalo entre vacunas, mientras que el 30 por ciento ha tenido al menos un disparo.

Los países que superaron fácilmente el esfuerzo de vacunación de Canadá tienen una cosa en común: tienen compañías farmacéuticas que fabrican sus propios productos en instalaciones nacionales, lo que está generando muchas críticas, porque para los canadienses Canadá no solo debería estar produciendo las vacunas, sino su propia vacuna, y no estar dependiendo de los EE.UU. o de Inglaterra.

La pandemia ha demostrado que Canadá se ha quedado retrasado en materia de salud, frente a los otros países de un mismo nivel de desarrollo y tecnología.