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La inflación que afecta a todo el mundo, está devorando a Latinoamérica

26 de Mayo de 2022 a las 04:44

La inflación que afecta a todo el mundo, está devorando a Latinoamérica

Se incrementa la pobreza en la región

En América Latina donde el 27,5% de la población ya vive bajo el umbral de la pobreza (datos del Banco Mundial para 2021), la inflación significa hambre y más miserias.

MADRID. – Un duro golpe a sus economías enfrenta todo el mundo, pero especialmente América Latina, donde la crisis económica golpeara fuertemente a los más pobres, especialmente en países como Venezuela, Haití, Argentina, Chile, Brasil y Perú, donde la inflación esta subiendo a grandes pasos.

Los gobiernos están luchando por controlar los precios, pero además tienen que resistir las presiones que generan la devaluación de las monedas y la subida de tipos de interés en las economías desarrolladas.

Con subidas del IPC que en la medición interanual de abril llegaron al 12,13% en Brasil y al 10,5% en Chile, la región vuelve a lidiar con un problema que, con las excepciones de países como Argentina, Haití y Venezuela, parecía bajo control tras décadas de autonomía en los bancos centrales.

En América Latina, donde el 27,5% de la población ya vive bajo el umbral de la pobreza (datos del Banco Mundial para 2021), la inflación significa mucho más que dejar de comer fuera. Tener trabajo tampoco es garantía de salvación: según la Organización Internacional del Trabajo, un 51% de los ocupados carecen de contratos formales y, por tanto, de herramientas de negociación colectiva.

De acuerdo al informe de El País, en el caso de Perú, como explica Hugo Ñopo, economista del centro de estudios Grupo de Análisis para el Desarrollo, la única buena noticia es que el fantasma de la hiperinflación (Perú, Brasil, Bolivia y Argentina la sufrieron en los años ochenta) aún no se ha convertido en una profecía autocumplida. Antes que echarle más leña al fuego con subidas preventivas de precios, dice, los agentes económicos siguen confiando en la capacidad del Banco Central de Reserva de Perú (BCRP) para controlar la situación.

El BCRP ha subido el tipo de interés de referencia hasta el 5%, su máximo en 13 años. Según Ñopo, el objetivo no es tanto enfriar la demanda agregada como evitar una devaluación que encarezca las importaciones por fuga de capitales hacia países considerados más seguros. “En Perú, solo el 25% de los empleados son formales y la informalidad comercial también es muy grande”, explica Ñopo, para argumentar por qué un encarecimiento del crédito no repercute tan directamente sobre el nivel de actividad. Para aliviar los efectos de la inflación sobre los más pobres, las autoridades peruanas han reducido el impuesto general a las ventas en varios alimentos básicos. Según Ñopo, es un instrumento que podría funcionar en una economía desarrollada, pero no en la peruana, también por la elevada economía sumergida.

El director del FMI para el hemisferio occidental, Ilan ­Goldfajn, felicitó en febrero a los bancos centrales de Colombia, México, Perú, Chile y Brasil por una “fuerte reacción” que había permitido anclar las expectativas de inflación a una banda de entre el 2% y el 4% anual. Pero el encarecimiento de la producción agrícola y otras materias primas también podría favorecer a una región con tanto peso en la producción global de commodities como América Latina. Daniel Titelman, jefe de estudios para el desarrollo en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), lo confirma, pero añade un matiz: no será igual para todos. “Hay países, como los centroamericanos, que son principalmente importadores de commodities y otros que han subido el precio de sus exportaciones, pero también tienen que pagar más caro el petróleo, como Chile con el cobre y el petróleo”, explica.

Por su producción agropecuaria y sus recursos energéticos, Brasil podría ser uno de los pocos favorecidos en términos netos por este aumento en el precio de las materias primas. A pesar de ello, su moneda sufrió fuertes presiones devaluatorias en los últimos meses de 2021 y primeros de 2022, hasta que hizo efecto la subida de tipos (pasaron del 2% en marzo de 2021 al 12,75% actual). Según Titelman, aquellas presiones tuvieron mucho que ver con el fenómeno llamado flight to safety (vuelo hacia la seguridad) que se produce cada vez que la Reserva Federal de EE UU encarece su dinero.

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