Noticias

más recientes

Lo Mejor del Cine

20 de Agosto de 2014 a las 14:07

Por: José Ridoutt Polar

 

Señoritas

 

SEÑORITAS
PAíS:   Colombia/Canadá
DIRECTOR:   Lina Rodríguez
AÑO:   2013
GÉNERO:   Drama
INTÉRPRETES: Maria Serrano, Clara Monroy, Angela Katherine Laverde
El primer largometraje de la cineasta Lina Rodríguez (quien creció en Bogotá y radica en Toronto) se centra en Alejandra (María Serrano), una joven de espíritu libre que vive su vida como quiere. Vive con su madre en un apartamento en Bogotá y pasa la mayoría de las noches tomando o bailando con su cercano  círculo de amigos.



A medida que se abre su propio camino en el mundo, Alejandra acoge sin mayor resistencia los rituales y rutinas que va creando en su vida. Sin preocuparse por las consecuencias, Alejandra expresa su pasión y su juguetona independencia a través de sus amistades y de las conquistas sexuales que consigue con varios hombres durante sus noches de fiesta. Sin embargo, es precisamente en esta comodidad donde se encuentra la complejidad de lo que enfrenta. Aunque las expectativas de su madre y sus amigos definen su vida de muchas maneras, la intensidad juvenil con la cual se conecta con su entorno poco a poco llega a su límite. Durante un paseo con sus amigos afuera de la ciudad, un juego aparentemente inofensivo revela que algo ha cambiado en Alejandra, y que permanece en el borde de una mayor conciencia espiritual y sexual de sí misma. En Alejandra vemos a una mujer que esta dispuesta a emprender un nuevo rumbo sola y en la oscuridad. En lugar de centrarse en acontecimientos dramáticos, la película explora su tiempo de manera observacional con un estilo minimalista. Esto explica el reducido número de escenas, unas 20 en total, casi todas ellas resueltas con pocos planos. El espectador esta desprovisto de información, con el fin de preservar la intimidad y soledad de la protagonista. Señoritas es un estudio sensible, contemplativo e íntimo del universo femenino. Una sorprendente y prometedora primer película de Lina Rodríguez.

 

 

Lina Rodriguez

Lina Rodríguez:

Señoritas es su ópera prima, ¿Por qué tratar la temática de la mujer en Colombia desde una mirada tan diferente? Señoritas surge del interés de explorar cómo se construye la idea de ser mujer desde mi experiencia. Crecí en Bogotá, Colombia, y las representaciones de ser mujer que absorbí desde los medios masivos ‹televisión, telenovelas, reinados‹, eran imágenes, identidades que no tenían mucho que ver conmigo, con la mujer que yo quería ser. Señoritas surge un poco de esa necesidad de querer explorar, de buscar otras formas del representar la feminidad, sobre todo en una etapa de una chica joven, entre 18 y 20 años, que son años muy importantes y vitales cuando te estás definiendo como persona. Obviamente la búsqueda del ser es una cosa de toda la vida, pero me centré en ese momento en que se deja de ser adolescente y se está entrando en la adultez.



¿Como fue el rodaje en Colombia?
Antes de decidir lanzarnos a hacer Señoritas, intentamos conseguir financiación tanto en Colombia como a través de fondos internacionales,  y en algún momento, después de tanta esperadera (estuvimos en desarrollo casi 3 años), decidí que no quería seguir en fila hasta que me tocará el turno y tener que seguir magullando y magullando la idea para hacerla más ³vendible² o más ³clara² hasta sofocarla con mis quereres, los quereres de la "industria" (que al final nadie sabe cuáles son) y terminar exprimiéndole toda la vida.


 
Fue así que nos lanzamos con toda y la hicimos con las uñas, con el apoyo y confianza de los productores asociados, en colaboración con un equipo técnico y un elenco extraordinario, y con un muy bajo presupuesto, el cual vino de dinero personal y de una beca artística que nos dió uno de los Consejos de las Artes en Canadá, la cual fue perfecta para este proyecto pues, como sabes, la misión de los Consejos de las Artes es apoyar, única y exclusivamente, la visión artística del realizador.


 
Como fue un proyecto muy pequeño, lo hicimos con un modelo de producción independiente (que yo disfruto llamando artesanal), para el cual mi familia estuvo muy cerca: rodamos en casa de amigos de mis padres, mi papá hizo producción de campo; mi mamá, que además de actuar de mamá, también ayudó con la coordinación de comida; mi hermano, quien venía de Australia a pasar vacaciones en Colombia, fue asistente de sonido; mi tío ayudó con el transporte; y varios primos ayudaron de extras o como asistentes de producción. Brad, mi compañero, me ayudó con la producción y también hizo el montaje conmigo.


 
De cierta forma fue una fortuna que la financiación para mi primer largo fuera de esta naturaleza, pues hacerlo bajo las condiciones que lo hice y tomando los riesgos que tomé, me ha triplicado la fuerza para seguir buscando a mi forma y a mi ritmo. Me interesa seguir creciendo, poco a poco y a fuego lento. Estoy en este momento en pre-producción de mi segundo largometraje, el cual rodaremos en Bogotá el año entrante con un equipo de trabajo pequeño y siguiendo un modelo de producción artesanal e independiente parecido que nos permitirá tomar riesgos a todos.



¿Como fue la experiencia de trabajar con actores no profesionales?
El elenco esta conformado por actores profesionales y actores naturales. Para el personaje de Alejandra necesitaba a una mujer joven que pudiese de cierta forma encajar con su entorno con cierta facilidad, pero que de otra manera estuviese curiosa y ansiosa por explorar cosas nuevas. Alguien que está adentro y afuera a la vez. María es una excelente actriz con una presencia que es fuerte pero ligera, tanto al frente como detrás de la cámara, lo cual le sumo un aire travieso y maduro al personaje. Como ya mencione, la madre es mi madre en la vida real. Fue muy emocionante poder haber encontrado el elenco que encontré, pues el proceso de audición y rodaje no fueron tradicionales y cada uno de los actores y no actores que participaron en la película tuvieron que confiar en mí, en el proceso y en ellos mismos. La herramienta de trabajo durante el rodaje no fue un guión dialogado, sino un tratamiento (que para mi funciona como guión), y fue ese tratamiento el que sirvió de marco de referencia para definir locaciones, personajes, algunos diálogos y algunas relaciones entre personajes antes de rodar.



Ya que yo no queria que nadie se memorizara líneas de diálogo, decidí no compartir el tratamiento con los actores, tome la decisión de mostrárselo solamente al equipo técnico. Entonces, la metodología de trabajo consistió en desarrollar lazos a priori de manera estratégica no solo entre la protagonista y los personajes con los que se encuentra durante las distintas escenas, sino también en desarrollar mi propia relación con los actores, para así poder llenarme de información y nutrir tanto las escenas que habia escrito en el tratamiento como las relaciones durante el rodaje. Se siente que improvisan, y de cierta manera es así, pues mi intención era poblar las escenas con sus palabras, pero el marco de referencia de todas las escenas viene del tratamiento. Ahora bien, como resultado del proceso mismo de filmación y de esta metodología de trabajo, durante el rodaje decidí re-escribir total o parcialmente algunas escenas, y en otros casos escribí escenas nuevas de acuerdo a las observaciones y acontecimientos cotidianos dentro y fuera del set, y además, como suele pasar en el cine, a veces tuvimos que modificar escenas por cuestiones de logística y/o clima. Siento que al final es ese, en mi opinión, el rol del guión o escaleta o tratamiento, es un mapa que lo guia a uno, pero lo que me mueve a hacer cine es ese proceso de descubrimiento y la esperanza que las acciones y relaciones que uno escribe en papel se empapen de misterio y vida una vez son habitadas por personas de carne y hueso que han de decirse y hacerse (o no) cosas unos a otros. www.tiff.net

Comentarios

escribenos