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FMI, alerta sobre el peligro de una nueva crisis económica mundial

10 de Octubre de 2018 a las 10:55

FMI, alerta sobre el peligro de una nueva crisis económica mundial

Ante el aumenta del endeudamiento, se podría repetir lo que pasó en el 2008.

Hace una década, en el 2008, con la caída del Banco de Inversiones Lehman Brothers, se desató la más profunda y severa crisis del sistema económico mundial desde la Gran Depresión de los años 30, que generó muchos problemas económicos a varios países de Europa y Latinoamérica, y generó graves efectos en EE.UU., y Canadá. Ahora todo indica que el mundo camina hacia una recesión económica global, como la que generó la gran deuda europea y la explosión de la burbuja creada por el mercado inmobiliario e hipotecario de los Estados Unidos, entre otros factores.

LONDRES.- De acuerdo con los pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI), el mundo puede estar caminando rumbo a una nueva crisis financiera global como la que se registró en el 2008 y que tantos problemas trajo a muchos países. El FMI advierte de que la economía mundial deberá enfrentar ciertos desafíos para evitar 'la segunda Gran Depresión'.

Según el organismo internacional, la economía mundial se encuentra al borde de un nuevo colapso financiero, porque hay una deuda mundial que ya sobrepasa el 60%, mayor que la tasa de endeudamiento que se registró en el 2008, cuando se produjo la última crisis financiera.

Hoy en día, la deuda ha alcanzado una cifra enorme de 182 billones de dólares. Mientras tanto, la incapacidad de reformar el sistema bancario puede provocar una crisis financiera a escala planetaria.

El Informe de Estabilidad Financiera 2018 del FMI constata que los Gobiernos de muchos países, al igual que los reguladores financieros, no pudieron llevar a cabo las reformas necesarias para proteger el sistema financiero ante la actividad temeraria de banqueros y asesores en finanzas. Según la institución internacional, existe riesgo de que algunas partes del sistema financiero provoquen y extiendan un pánico global.

A modo de comparación, en vísperas de la crisis de 2008, la relación era del 36%. Además, la cantidad de las economías en desarrollo del PIB mundial según la paridad de poder adquisitivo es un 16% mayor que en 2008. Es decir, los países desarrollados todavía no se han recuperado después se la crisis anterior.

Muchos en estos momentos recuerdan la crisis financiera de los años 90 en México, Brasil, Rusia y Asia, cuando grandes flujos de capitales empezaron a ser trasladados al sistema financiero de los Estados Unidos. También como la falta de liquidez y la contracción en la concesión de nuevos préstamos se trasladó a los bancos europeos que habían hecho transacciones financieras con sus homólogos norteamericanos. Por ello la crisis inicial, hipotecaria e inmobiliaria de los Estados Unidos, se convirtió en una crisis bancaria a escala global.

Un factor que actualmente genera gran preocupación es el incremento de la deuda de las principales economías desarrolladas del mundo. Desde el 2008 a la actualidad, la deuda pública y privada a nivel global se ha incrementado en más de 70 trillones de dólares, prácticamente equivalente a lo que es el producto interno bruto mundial.

Otro elemento tiene que ver con la desregulación financiera que ha empezado a aplicarse, como presunto mecanismo para facilitar las transacciones financieras, cuando fue precisamente la falta de regulación uno de los elementos que mayor incidencia tuvo en el colapso de la banca mundial.

Para algunos analistas, la política del presidente Donald Trump de disminuir el pago de los impuestos a las empresas, representa un factor positivo de corto plazo para estimular el incremento de las inversiones. No obstante, a mediano y largo plazo contribuye a aumentar la deuda, generando una ampliación del déficit fiscal, sobre todo, cuando ya la Reserva Federal ha empezado a subir las tasas de interés, colocando al sistema financiero, una vez más, en una posición de fragilidad.

De continuar esa trayectoria, según un reciente artículo en The New York Times, el solo pago de los intereses de la deuda, por parte del gobierno federal estadounidense, sería equivalente a 900 mil millones de dólares al año, una cifra mayor a los 700 mil millones que actualmente se destinan al gasto militar.

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