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Boeing reconoció el “error” en accidentes aéreos en los que murieron 346 personas

18 de Junio de 2019 a las 09:17

Boeing reconoció el “error” en accidentes aéreos en los que murieron 346 personas
El indicador de seguridad en la cabina de pilotos del 737 Max no funcionaba bien

Dennis Muilenburg, director general de Boeing reconoció el problema en la cabina de sus aviones 737 Max. Mientras se investiga, la empresa intenta recuperar la autorización para que su aeronave más vendida vuele de nuevo, porque la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus iniciales en inglés) la culpó de no informar durante más de un año el daño que ya se había detectado.

PARIS.- Los familiares de las víctimas, las empresas que compraron los aviones, los organismos de control, los pasajeros y por supuesto los pilotos de estos aviones, están molestos de que la empresa no les avisó sobre un “error”  que generó la muerte de 346 personas y pero que también puso en riesgo la vida de miles de viajeros.  

 “Evidentemente cometimos un error en la implementación de la alerta”, dijo Dennis Muilenburg, director general de Boeing. El directivo se mostró optimista de que el Boeing 737 Max obtendrá la autorización para reanudar sus operaciones antes de que finalice el año. Desde hace tres meses se prohibió usar esos aviones a nivel mundial, y aún falta que los reguladores aprueben los ajustes que Boeing realizó a su software.

La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus iniciales en inglés) culpó a Boeing de no informar durante más de un año a los reguladores de que un indicador de seguridad en la cabina de pilotos del Max no funcionaba de manera adecuada. 

El ejecutivo aseguró que los accidentes de las aeronaves de Lion Air y Ethiopian Airlines representan un “momento decisivo” para Boeing, pero indicó que cree que a partir de ello la compañía será “mejor y más sólida”.

En declaraciones antes de que se lleve a cabo el Salón Internacional de la Aeronáutica y el Espacio de París, Muilenburg dijo que su compañía enfrenta el momento con “humildad” y está enfocada en recuperar la confianza.

Pronosticó un número limitado de pedidos durante la exhibición en la capital francesa, la primera de gran magnitud desde los accidentes, pero señaló que su asistencia era importante para hablar con los clientes y otros integrantes de la industria.

El pasado 23 de mayo, la Administración Federal de Aviación de EEUU (FAA), celebró una reunión en Texas con los reguladores de una treintena de países, que seguirán su propio calendario para decidir la vuelta a sus espacios aéreos del 737 MAX tras la eventual aprobación, en la que trataron detalles del proceso de recertificación.

Boeing tiene paralizadas las entregas del aparato a sus clientes pero sigue produciéndolo a un ritmo más lento, 42 unidades al mes, con la idea de acelerarlo a 57 mensuales una vez la flota vuelva a estar operativa en todo el mundo.

Algunas de las principales aerolíneas estadounidenses que trabajan con Boeing han cancelado los vuelos que tenían previstos con el 737 MAX de cara a la temporada alta de verano, lo que acarrea costes en interrupciones y reprogramaciones que la aeronáutica ya se ha mostrado dispuesta a compensar.

Muilenburg ha pedido disculpas en repetidas ocasiones a las víctimas de los dos siniestros, que causaron 346 muertes, y ha reiterado que la firma se toma en serio la seguridad de sus productos y que tiene como misión recuperar la confianza de clientes y pasajeros.

 

 

 

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