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LA DIVERSIDAD LLEGO AL CONGRESO Y las mujeres también

15 de Noviembre de 2018 a las 10:38

ANABELLE CHACON CASTRO

El Congreso de los Estados Unidos está conformado por dos secciones: la cámara de los representantes (llamada la cámara baja) y la de los senadores (conocida como la cámara alta).  El 6 de noviembre se eligieron a los congresistas que se posesionarán en enero del 2019 y permanecerán por seis años.  La elección de los congresistas coincide con la de gobernadores y son intermedias a las presidenciales, cumpliendo un papel de catalizador al poder ejecutivo, pues constituyen un respaldo a su gestión, si gana el partido del gobernante; o, un rechazo, si pierde. La cámara de los representantes tiene 435 escaños y la representación de los estados es proporcional a la población, mientras que la de los senadores tiene 100 y se forma por dos representantes por cada estado.

Los republicanos – partido al que pertenece Donald Trump - tienen, actualmente, 51 senadores, mientras que los demócratas 49.  Con estas elecciones, los republicanos alcanzaron nuevamente 51 puestos, mientras que los demócratas 46 y 3 están en discusión.  Es decir que, cualquiera que sea el resultado de esas tres apelaciones, los republicanos seguirán manteniendo el control del senado.

En la cámara de los representantes, la historia se invirtió.  Hoy por hoy, hay 236 republicanos, 193 demócratas y 6 vacantes.  En estas elecciones, los demócratas tomaron el control al obtener 222 curules versus 196 de los republicanos y 17 que están todavía por definirse.  Pero esta no ha sido la única sorpresa de estas elecciones, sino que ha llamado la atención la diversidad étnica de los candidatos elegidos que va desde latinos y afroamericanos hasta nativos y musulmanes.  En otro ámbito, también fue electo el primer gobernador, Jader Polis, abiertamente homosexual en el estado de Colorado.

La presencia hispana se ha puesto de manifiesto al obtener 37 escaños en la cámara baja y 3 en la cámara alta, al ser reelectos Ted Cruz, Bob Menéndez y Catherine Cortez.  Rashida Tlaib, de origen palestino, electa por Michigan; e Ilhan Omar, de origen somalí, electa por Minnesota, son las primeras mujeres musulmanas electas.  Omar ni siquiera nació en Estados Unidos, sino que llegó con sus padres a los 12 años huyendo de las guerras tribales de Somalia.  Deborah Haaland, por Nuevo México, y Sharice Davids, por Kansas, son las primeras indígenas electas; además, Davids es abiertamente lesbiana. Otras mujeres que sorprendieron al ser electas fueron Alexandria Ocasio-Cortez que, con sus 28 años, fue electa en Nueva York para convertirse en la persona más joven en llegar al congreso.  De la misma forma Verónica Escobar y Sylvia García son las primeras latinas electas para el congreso en el estado de Texas.

En términos generales, 120 mujeres fueron electas: 98 para la cámara de representantes y 22 para el senado, esto significa que la representación femenina ha tenido un repunte del 23%, aunque todavía el porcentaje es bajo frente a otros países desarrollados. 

Claro que esto ha molestado al presidente Trump, quien no reconoce la pérdida de su partido, sino que se vanagloria de haber mantenido la hegemonía en el senado y que esto ha sido, por supuesto, gracias a él.  En su reiterante estilo déspota, cuando fue cuestionado por el periodista de origen cubano, Jim Acosta, sobre la posibilidad de que la nueva cámara baja investigue sobre sus finanzas, Trump estalló y mandó a que al periodista se le retire la identificación y no se le permita ejercer su oficio en la Casa Blanca.

Este nuevo congreso, al estar conformado por representantes de una diversidad étnica y una apertura a otras tendencias sexuales y creencias religiosas, hace que sea más coherente con la realidad de la sociedad a la que representa y poner en entredicho la tan cacareada supremacía blanca que fomenta Trump.  Por ello, hay una esperanza para las minorías que, unidas, son mayoría y se espera que den soluciones a problemas que, aunque están siempre vigentes, han sido postergados permanentemente, como es la inmigración.  Esperemos que los nuevos representantes electos honren a sus raíces y legislen para que las necesidades de sus representados sean satisfechas.

 

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