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EL ACUERDO DE PAZ Consecuencias para Colombia y Ecuador

23 de Abril de 2018 a las 11:43

EL ACUERDO DE PAZ  Consecuencias para Colombia y Ecuador

El Acuerdo de Paz que firmó Colombia, o mejor dicho el presidente Juan Manuel Santos, con las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas-FARC el 24 de noviembre del 2016 es un documento de 310 páginas que contienen seis puntos fundamentales.  El 2 de octubre del mismo año se realizó un plebiscito que Santos pretendía usar para abalizarlo.  El resultado fue desastroso.  Hubo un abstencionismo del 62,59%, uno de los más altos registrados, considerando que el voto en Colombia no es obligatorio.  El SI, alcanzó un 49.78% y el NO un 50.21% a la pregunta «¿Apoya el acuerdo final para la terminación del conflicto y construcción de una paz estable y duradera?».  Si se analiza las cifras, con ese abstencionismo y considerando que Colombia tiene alrededor de 36 millones de votantes, significa que solamente el 37.41% de la población votó, es decir unos 13 millones 400 mil; de los cuales 6 millones 700 mil dijeron que sí estaban de acuerdo. Si Colombia tiene cerca de 50 millones, esto significa que solamente un 13% de la población se manifestó a favor del acuerdo. 

El escepticismo de la población se debió a una fuerte campana por el NO desplegada por el expresidente Uribe, cuya política ante el conflicto armado siempre fue militar, no de acuerdos.  Pero también fue que, un tema tan delicado como este, no se podía abordar con una sola pregunta, ya que dentro de los seis puntos que contempla el acuerdo están la garantía de que las FARC ocupen diez curules en el senado durante dos períodos, se organicen como partido político y obtengan la amnistía por los delitos cometidos.  Producto de este acuerdo, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, uno de los líderes más sanguinarios de la FARC, se presentó como candidato presidencial, una burla para las víctimas del conflicto.

A pesar de los resultados, el gobierno colombiano firmó el acuerdo y esto le valió la designación del Premio Nobel de la Paz, de ese mismo año, al presidente Santos.  Las FARC, por otro lado, son uno de los varios grupos armados que existe en Colombia, quizás el más numeroso, pero también hay otro que es fuerte, el Ejército de Liberación Nacional – ELN.  Otros son el Ejército Popular para la Liberación, los Rastrojos.  Lo cierto es que son responsables de cerca de un millón de muertos y seis millones de desplazados en un periodo de más de cincuenta años.

Actualmente, siguiendo su política de acuerdos, Santos se encuentran en negociaciones con el ELN, las mismas que se estaban dando en Quito (Moreno acaba de decir que Ecuador no se será garante) gracias a un compromiso adquirido por el expresidente ecuatoriano Rafael Correa quien considera que las FARC no son terroristas, sino un “grupo beligerante” que actúa en forma “irregular” y que, durante su período, un destacamento de las FARC instalado en Ecuador en forma permanente fue bombardeado en marzo del 2008 por el entonces presidente Uribe, en una clara flagrancia a la soberanía del Ecuador pero matando a un comandante de las FARC, Raúl Reyes, 20 miembros y 4 mexicanos que estaban siendo entrenados. En este operativo se capturaron las computadoras, donde se descubrió que uno de sus líderes, Jorge Briceño alias Mono Jojoy, financió la campaña electoral de Correa, según Uribe que increpó a Correa en la Cumbre de Santo Domingo de ese año.

Ahora, casi dos años después de la firma del Acuerdo se ven las consecuencias, tanto para Ecuador como para Colombia.  En la frontera entre estos dos países, en la provincia ecuatoriana de Esmeraldas, en estos últimos meses se han producido ataques con coches bomba a instalaciones policiales y militares, simultáneamente también en Colombia, que han dejado decenas de heridos y cuatro militares muertos.   Estos hechos son perpetrados por Patricio Arizala alias Guacho, un disidente de las FARC y comandante ahora de su propio grupo que se llama Frente Oliver Sinisterra, en honor a uno de los comandantes de las FARC.  También el mismo grupo es el responsable del secuestro y asesinato de tres periodistas ecuatorianos el 13 de abril y que ahora tienen secuestrada a una pareja de ecuatorianos civiles que estaban de vacaciones. Guacho declara, mediante las redes sociales, que el Acuerdo de Paz benefició únicamente a los viejos comandantes y que los mandos medios y bajos no lo aceptaron y continúan siendo “guerrilleros activos”. 

Colombia está viviendo una paz imaginaria y su conflicto ha traspasado la frontera ecuatoriana, gracias a la permisividad del gobierno de Correa que siempre se negó a llamarlos terroristas y que descuidó el cuidado de la frontera norte y que ahora el presidente Moreno no sabe cómo manejar la situación. Vale mencionar las palabras del gobernador de Nariño, Camilo Romero: "Las cosas como son: el conflicto en Colombia continúa, pero ahora trascendió fronteras. Perdón al pueblo ecuatoriano por este dolor que hoy les causa nuestra guerra”. Ojalá Correa y Moreno tuviesen el valor de decir algo así, pero no, al contrario, en su Twitter Correa escribe “¡Cómo pudo haber ocurrir algo así!”, entre pregunta y admiración, pues Ecuador necesita respuestas, porque preguntas… hay muchas y no es posible que gente inocente siga pagando por la negligencia de las autoridades de los dos países.

ANABELLE CHACON CASTRO

 

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