Deportan a cubano por abandonar a su esposa canadiense

Inmigrante había logrado la residencia permanente con matrimonio por “conveniencia”

El matrimonio le dio prácticamente de manera automática un estatus legal al recién casado, gracias a un acuerdo de patrocinio firmado por la canadiense para ser financieramente responsable del cubano durante tres años, sin embargo, Alejandro Pérez abandonó a su esposa sin previo aviso dos años más tarde. El Tribunal de inmigración dijo que el extranjero no podía jugar con la vida y las emociones de una persona canadiense que se demostró que el matrimonio solo fue por conveniencia.

TORONTO.- Alejandro Pérez, un empleado del hotel cubano que se convirtió en un residente permanente de Canadá después de casarse con una mujer de Elmira, Ontario, Canadá, y luego abandonarla, sin previo aviso, fue deportado, luego que en una audiencia de inmigración se concluyó que el matrimonio se realizó solo por “conveniencia”.

Según el Tribunal apelación de inmigración, el inmigrante no “podía jugar con la vida de otro ser humano, al abusar de su confianza y sus sentimientos, solo con él con el fin de obtener el estatus en Canadá…”. El fallo agrega además que el implicado, no mostró “ningún remordimiento por sus acciones",  dijo el alto organismo del que surgió la orden de deportación.

Alexander Pérez había alcanzado la residencia permanente después de haberse casado con una ciudadana canadiense en el año 2006, a quien conoció en Cuba en el Hotel Cayo Coco en 2001.

El matrimonio le dio en ese momento prácticamente de manera automática un estatus legal, gracias a un acuerdo de patrocinio firmado por la mujer para ser financieramente responsable de Pérez durante tres años. Sin embargo, Pérez abandonó a su esposa sin previo aviso dos años más tarde.

Cuando el cubano intentó renovar su tarjeta de residente permanente en 2013, la dirección de Ciudadanía e Inmigración de Canadá notó que no había permanecido con su patrocinador desde 2008, y sospechó que su caso “podría ser una posible situación de matrimonio por conveniencia”.

La audiencia de inmigración del gobierno federal canadiense lo halló “culpable por tergiversación”, y ordenó su deportación en 2014, el apeló el fallo y el pasado viernes perdió el caso y se ordenó su deportación.

Casos como este ya se han repetido en varias oportunidades entre canadienses y cubanos, pero también con extranjeros de muchas nacionalidades que buscan una residencia permanente y luego la ciudadanía Canadiense. En algunos el que se casa por los papeles es el que paga, pero en el caso de los cubanos, en gran parte de estos matrimonios falsos, la víctima hombre o mujer, es enamorada por el estafador, que luego la abandona cuando logra su estatus legal en Canadá. Aunque también hay situaciones en las que el inmigrante se separa por el mal trato que recibe de su pareja, cuando llega a este país, y este lo acusa de abandono para que la o lo deporte.

Para evitar que esto siga pasando las recomendaciones de expertos en tema migratorios, es que la persona no se case, o  no patrocine a la pareja, hasta no estar verdaderamente seguros de que existe una buena relación.