Con estrellas africanas Francia sigue celebrando su gran victoria en el Mundial

En París la fiesta lleva dos días y se salió de controles. Hay muertos, heridos y arrestados

La electrizante victoria de Francia sobre Croacia por 4-2 en la final del Mundial se está celebrando a lo grande en Francia, donde sus jugadores fueron recibidos como héroes, pero este triunfo también se está festejando en África, donde sienten que parte de esta victoria también les pertenece, porque 14 de los jugadores de la selección francesa son inmigrantes o hijos de inmigrantes de este continente, incluido su gran estrella Mbappe.

MOSCÚ.- Con un equipo muy africano, Francia se coronó en el Estadio Luzhniki de Moscú como la nueva campeona del mundo. El equipo dirigido por Deschamps alcanzó su segundo título mundial tras el conseguido en 1998. En la final Croacia puso más futbol en la cancha,   pero Francia los goles.

Desde el domingo en Paris los franceses no paran de celebrar el merecido triunfo de su selección en el Mundial de Rusia 2018, una fiesta que por momentos se salió de controles, pero que en nada aguo la felicidad de millones de fanáticos que disfrutaron la gloria de tener la copa mundo en casa.

Gracias a su ordenamiento táctico, al técnico, a la juventud y el talento de gran parte de sus jugadores, los franceses se llevaron la copa mundo de Rusia a su París, donde la fiesta aún no termina. Con los franceses hay otro continente, y otro país que también celebra, África y Senegal, que siente como propia esta victoria, y no es para menos 14 de los 23 jugadores de la selección que se coronó campeona son inmigrantes o hijos de africanos. Cabe resaltar que también Bélgica e Inglaterra, equipos que alcanzaron las semifinales, también tenían muchos jugadores inmigrantes en sus líneas de ataque.

Aunque en Francia como en gran parte de Europa, hay un sentimiento antiinmigrante, en esta celebración gran parte de los franceses no terminaban de agradecer a sus estrellas, que en su mayoría son de origen africano, incluido el astro de 19 años Kylian Mbappe, de madre argelina y padre camerunés.

Los jugadores regresaron el lunes a Francia donde los festejos no pararon por el título mundial. El capitán Hugo Lloris, con el trofeo en la mano, y el seleccionador Didier Deschamps fueron los primeros en salir del avión. Los esperaba la ministra de Deportes, Laura Flessel, mientras el personal del aeropuerto cantaba "Merci les Bleus" (Gracias, Bleus). En un autobús decorado con dos estrellas y con la mención "Campeón del mundo" ellos llegaron a los Campos Elíseos. Luego pasaron por la emblemática avenida desde la plaza del Arco del Triunfo, como hicieron hace dos décadas en el mismo lugar, un 13 de julio de 1998, los Bleus campeones del Mundial de aquel año, entonces aclamados por medio millón de personas.

El recorrido de los campeones culminó cantando La Marsellesa, frente al presidente Emmanuel Macron en el palacio del Eliseo, luego fueron abrazos y besos, para estos jugadores que ahora serán tratados como héroes en su país, sin olvidar que varios de ellos son inmigrantes.

Lamentablemente por momentos la celebración se vio empañada, porque en algunas zonas de la capital francesa, terminó en disturbios y destrozos en centros comerciales. Paris, blindada por la alerta antiterrorista, desplegó a más de 100.000 policías para frenar los destrozos, saqueos y enfrentamientos que se dieron con varios grupos de alborotadores encapuchados que venían de celebrar el título mundial. Se registraron al menos 3 muertos, y decenas de heridos, algunos en accidentes de tránsito. La Policía reporto más de 100 detenidos.