Quincho Barrilete De Nicaragua Nicaraguita

ANABELLE CHACON CASTRO

Cuando veo las noticias sobre Nicaragua, las protestas de los estudiantes, la indignación del pueblo, la represión del gobierno, la figura de un Ortega que ya no es ni la sombra de lo que fue, la apariencia satánica de su esposa Rosario Morillo, no puedo dejar de pensar en Quincho Barrilete, la canción de Carlos Mejía Godoy, autor nicaragüense, ganador del festival OTI en 1977. Con sus diez años no cumplidos todavía, es hombre serio como pocos de su edad. Mientras su mama se penquea en la rebusca, Quincho se faja como todo un tayacán, mañana y tarde vende bolis en los buses para que puedan sus hermanos estudiar.

Recuerdo haber visto el festival en una televisión blanco y negro con patas, todo un armatoste.  Me impresionó la letra, porque contaba la historia de un chico como de mi edad que se convertía en un héroe.  Fui feliz cuando dijeron que ganaba, porque eso significaba que la iban a cantar de nuevo y pude memorizar su coro y cantar mientras simulaba estar marchando.

Mejía Godoy nos describe un muchacho de la década de los 70 cuando Nicaragua estaba bajo el régimen de Anastasio Somoza, perteneciente a la familia que gobernó el país desde 1934 hasta 1979, cuando fue derrocado por el Frente Sandinista para la Liberación Nacional - FSLN que instauró una Junta de Gobierno de la Reconstrucción Nacional presidida por Daniel Ortega.

Dicha Junta gobernó hasta 1984 cuando llamó a elecciones y fue electo Daniel Ortega con un 67% frente al 17% de su contendor más cercano, es decir con una abrumadora aceptación de un pueblo cansado de la dictadura de los Somoza.

Quincho representa la pobreza del pueblo nicaragüense, pero también su dignidad. Joaquín Carmelo viene a ser solo un membrete, que le pusieron en la pila bautismal, pero su nombre de combate es Barrilete, le cae al pelo con su personalidad.  Barrilete es la cometa hecha de papel liviano y carrizo que se eleva al cielo en busca de esperanza, que Quincho las hace con gran habilidad por un chelín.

Un día va a enrollar la cuerda del cometa, y muy feliz mirando al sol se marchará, enfrentará las realidades de su pueblo y con los pobres de su patria luchará. Hoy, cuarenta años más tarde de la canción, Nicaragua tiene a sus jóvenes en las calles, luchando contra la tiranía de Daniel Ortega quien, desde hace rato hace rato, dejó de ser el comandante del frente sandinista que liberó a Nicaragua de los Somoza y se convirtió en el tirano que manda a la Guardia Nacional, contra la que luchó Sandino, a matar a los estudiantes.

Quincho Barrilete parece una versión setentera de lo que fue Augusto Sandino (1895-1934) quien fue hijo ilegitimo de un hacendado con una criada, abandonado a los 9 años por su madre en casa de su padre, hizo de peón para ganarse el pan.  En ese tiempo Estados Unidos dominaba el país mediante gobiernos títeres para proteger los intereses de la United Fruit Company que había convertido a Centroamérica en la frutería americana. Sandino venció a las fuerzas norteamericanas que antes de salir del país dejaron formando la Guardia Nacional y poniendo a gobernar a los Somoza, quienes -a su vez- les devolvieron el favor matando a Sandino.

Daniel Ortega viene desde sus años mozos se enroló en el FSLN y luchó hasta derrotar al tercer Somoza que gobernaba.  Pasó de la Junta de Reconstrucción a ganar la presidencia, pero, dado el modelo castrista que quería imponer en Nicaragua, tuvo que enfrentar una nueva guerra civil con los Contra que llevó al país a una crisis tan profunda que Ortega no tuvo otro remedio que llamar a elecciones en 1990, en las que fue derrotado por Violeta Chamorro.  Luego se presentó una y otra vez, logrando ser reelecto en el 2007 y permaneciendo hasta ahora.  Es decir que, sumando todos los períodos, Ortega ha gobernado 24 años a Nicaragua, más que ningún otro gobernante, incluidos los Somoza, porque ellos fueron tres en los 45 años que duró su dinastía.

Si bien sus primeros años de gobierno fueron buenos (redujo el analfabetismo de un 50% a un 13%), los últimos se han caracterizado por una corrupción y un autoritarismo total, que han hecho que solamente mediante el fraude electoral pueda mantenerse en el poder.

Entre estos muchachos que luchan, habrá más de un Quincho Barrilete. En las protestas, que se iniciaron en abril, hay cien muertos y seguramente habrá más hasta que logren que Ortega se vaya. Que viva Quincho, Quincho Barrilete, héroe infantil de mi ciudad, que vivan todos los chavalos de mi tierra, ejemplo vivo de pobreza y dignidad.

Nicaragua merece lograr la paz mediante un gobierno democrático, y su esperanza esta puesta en estos jóvenes que luchan y que se han organizado solos sin que ningún político los dirija. Rubén Darío, dijo “Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro, y a veces lloro sin querer...”. Esta es la juventud que ahora está ofrendando su vida por su Nicaragua, Nicaragüita.