ARTICULO

ESCUELA Y HOGAR El papel de los padres de familia en la educación de sus hijos

11 de Septiembre de 2014 a las 10:29

Anabelle-Chacón

Por: Anabelle Chacón Castro

La educación se fundamenta en tres factores fundamentales: escuela, familia y sociedad. Sí uno de los factores no está  presente o no lo hace en medida necesaria, la educación del individuo se vuelve incompleta. Las teorías educativas  modernas hablan de una educación holística, es decir, integral donde el individuo tiene que tener la formación que le  permita desenvolverse en la sociedad. 

 

En último término, la escuela fue creada para dar el conocimiento necesario al estudiante y se vuelva útil para sí mismo y sus congéneres. El inicio de cada año escolar siempre nos da una pauta de energía y esperanza. Lamentablemente, la mayor parte de esta energía y esperanza se vuelcan a lo material, a las compras de vestuario y de cuidar de cómo luzcan los niños y jóvenes para su primer día de clases.  

 

Pero los preparativos deberían ir más allá de la simple apariencia. Lo fundamental  es que los estudiantes se encuentren motivados y tengan metas claras de lo que esperan alcanzar durante el año  escolar. Obviamente, la consecución de estas metas depende de los padres de familia más que de los maestros, ya que en la parte curricular los objetivos se encuentran bien delineados.

 

Cada día la carga que se pone a la escuela es más alta y se pretende que sea un sustituto del hogar, aduciendo que la familia está ocupada trabajando y cumpliendo un papel de proveedor más que de formador. De la misma forma, la sociedad cuando no puede manejar un problema que afecta a la colectividad, lo vuelca completamente a la escuela para que lo resuelva. Así, por ejemplo, si los padres están muy ocupados, se espera que la escuela tenga un programa de tareas dirigidas para que ayude a los estudiantes a completar sus asignaciones. 

 

Si la comunidad tiene un problema de drogadicción se espera que la escuela haga una campaña sobre el consumo de las drogas. En fin, cualquier problema que se produzca en familia o sociedad, se espera que la escuela lo resuelva y haga de sustituta de estas dos para llenar los vacíos que se generan.

 

La verdad es que la educación no puede, ni debe, funcionar sin sus tres componentes básicos y se debe entender que la función fundamental de la escuela es la de ser transmisor del conocimiento de la humanidad; si, adicional a esta función, puede cubrir otras áreas debe hacerlo como ayuda pero no como si fuese su rol principal. 

 

Es deber de los padres dedicar el tiempo necesario a sus hijos y compartir con ellos su educación, la que se enseña en la escuela, compartiendo sus tareas y sus actividades y mostrando un genuino interés por ello. De la misma forma, la sociedad –a través de los diferentes niveles de gobierno- tiene la responsabilidad de proteger y garantizar un ambiente seguro y próspero para sus gobernados. Si cada quien cumpliese con su rol, los individuos serían personas bien instruidas, con bases morales y solidarios. 

 

Cosas tan sencillas como el saludo, se espera que se enseñe en la escuela, cuando deber ser un valor que se debe enseñar en el hogar. La formación de las pandillas y la continua exposición a la violencia, es un deber de las autoridades de turno resolver este tipo de problemas sociales y no esperar que en la escuela se lo haga.

 

Un pequeño adagio escolar dice: “La escuela imparte conocimiento, los niños deben venir educados de la casa”. Nuestros hijos merecen que les dediquemos tiempo, ese pequeño estribillo de “no es la cantidad sino la calidad” es no válido porque sí tiene que ver la cantidad de tiempo que les dedicamos y que sientan nuestro amor en cada una de nuestras acciones, particularmente en los asuntos de educación. Solamente así podrán ser exitosos en el año  escolar. Dediquémonos a hacer la tarea con ellos, no darles haciendo; vamos a la escuela y hablemos con los maestros; interesémonos por las actividades extra curriculares; leamos con ellos, vamos a la biblioteca; en fin, motivémoslos para que estudien y amen la escuela. El éxito escolar de los niños depende de los padres más que de los maestros.

Comentarios

escribenos