ARTICULO

EL GABO Y su realismo mágico

24 de Abril de 2014 a las 12:12

anabelle

Por: Anabelle Chacón Castro

América Latina ha quedado huérfana.  El 17 de abril del 2014, ha muerto Gabriel García Márquez, GGM. Ahora sentimos la soledad de sus “100 años”.  Aunque no puedo decir que me han gustado todas sus obras, eso no me impide reconocer la grandeza de sus letras.  Y es GGM fue uno de los más grandes exponentes de la literatura latinoamericana y no por hecho de haber recibido el Premio Nobel de Literatura en 1982, sino porque sus obras han sido difundidas en casi todos los idiomas y ha puesto en alto la calidad de la literatura moderna.

 

Su estilo, llamado el “realismo mágico”, hace que lo absurdo parezca normal.  Su obra magistral “Cien años de soledad” requiere ser leída con mucha atención por la cercanía de los personajes de la familia Buendía, en especial de su protagonista principal: Aureliano, que repite su presencia generación tras generación.  Este libro constituye una lectura obligatoria para todo latinoamericano, tal cual como lo debe ser “El Quijote”. 

 

Los personajes de GGM no son del todo ficticios, sino que se basan en los de su familia.  El Gabo mismo confesaba que: "No puedo imaginarme un medio familiar más propicio para mi vocación que aquella casa lunática", escribe en su libro autobiográfico “Vivir para contarla”, haciendo referencia a su infancia que la pasó con sus abuelos maternos: Tranquilina Iguarán y Nicolás Márquez, un coronel de la Guerra de los Cien Días que terminó con la secesión de Panamá de Colombia. Los cuales dieron origen a los más variados personajes de sus novelas, como “El coronel no tiene quien le escriba”, “Crónica de una muerte anunciada”, “Amor en tiempos de cólera” y hasta la mismísima “Cien años de soledad”.  Al respecto, GGM, hasta agradecía a su familia ser la fuente de su inspiración porque solía decir que “… no se puede puede escribir buena literatura de gente normal”.

 

Pero las mentes brillantes también tienen sus desvaríos, como cuando el Gabo en 1997 en el Congreso de la Lengua, dado en Zacatecas, habló de que la H era “rupestre” y debía desaparecer o que la J y la G debían ser una sola.  O como su libro “Memoria de mis putas tristes”, que es una apología a la pedofilia.  Su también siempre controvertida amistad con Fidel Castro, defiendo un sistema indefendible.  En fin, posiciones que han puesto en la palestra al maestro del realismo mágico en forma negativa, pero que no han sido suficientes para que deje de ser admirado y querido, como lo aseguró el presidente colombiano Juan Santos cuando dijo: “El colombiano que, en toda la historia de nuestro país, más lejos y más alto ha llevado el nombre de la patria”.

 

Gabriel García Márquez se ha ido, pero deja un legado inmenso a la literatura latinoamericana.  Sus libros nos trasladan al mundo donde lo absurdo es real o donde lo real se vuelve absurdo, esta es la esencia misma del realismo mágico que nos enseña a través de sus escritos.  Ojalá que todos los que ahora escriben en las redes sociales sus frases lo hayan leído y apreciado por sus obras o por lo menos hayan leído alguna. 

 

Dos enseñanzas de vida tengo de sus libros y que me han marcado, son: la primera de “Amor en los tiempos de cólera” cuando Florentino Ariza tuvo que esperar por el amor de su vida, Fermina Daza, 51 años 9 meses y 4 días para declararle su amor; cómo puede el amor verdadero ser capaz de esta espera eterna?, solamente GGM podía lograrlo; la segunda enseñanza, fue la de su libro “Vivir para contarla”, donde el Gabo cuenta su vida y dice:  "La vida no es lo que uno vivió, sino lo que recuerda, y cómo la recuerda para contarla", esto permite que se haga una selección de los recuerdos y que los podamos asumir como los sentimos más que como fueron. Simplemente magistral, Gabo!  Sería muy malo decir “que descanse en paz”, porque estoy segura que él no lo hará y preferiría seguir merodeando este mundo tal cual como lo hacen sus personajes.

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