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ARMAS QUIMICAS usadas nuevamente en Siria

17 de Abril de 2018 a las 05:32

ANABELLE CHACON CASTRO

El sábado 7de abril, la Sociedad Medica Siria–americana y la Defensa Civil de Siria reportaron la muerte de 42 personas con síntomas de haber recibido un ataque químico en Duma, un pequeño poblado cercano a Damasco, la capital siria.  Entre las 19:00 y 20:00 el hospital local comenzó a recibir personas intoxicadas, entre las que se contaban niños, unas incluso escupían sangre.  Inmediatamente fueron desnudadas y bañadas para eliminar el foco de intoxicación porque el gas se impregna hasta en la ropa.  Por la falta de equipo y suplementos médicos, como medicinas y oxígeno, no fue posible dar abasto y algunos murieron en el hospital.  Los pacientes reportaron que estaban escondidos en refugios porque la ciudad es blanco de constantes bombardeos ya que esta controlada por los rebeldes y el gobierno sirio constantemente la ataca.  Fue así, que la noche del sábado mientras, los pocos habitantes civiles que se han quedado se preparaban para dormir que sintieron un olor fuerte, más fuerte que el del gas cloro, que ya lo conocen porque no es la primera vez que la población sufre este tipo de ataques, la última vez que reportaron que ocurrió fue en febrero de este año, pero no fue tan intenso como el de ahora. Inmediatamente identificaron el ataque con gas y salieron de sus refugios para tratar de llegar al hospital, pero muchos no lo lograron y murieron.

Los síntomas que presentan las victimas de estos gases es intoxicación que causa un ahogamiento y falta de respiración, que conlleva a la desesperación y desencadena otros como taquicardias.  Si la dosis es más alta, como esta vez lo fue, el gas ingresa al interior del cuerpo y comienza a destruir órganos que causa hemorragias que se evacuan en forma bucal.  El gas se impregna en la ropa y la piel, por eso los afectados no tienen donde huir porque el impacto psicológico hace que la victima trate instintivamente de escapar y buscar oxígeno para poder respirar, pero el olor está en su cuerpo y no le abandona hasta que no se quite las ropas y se bañe. Aun así, si el gas fue aspirado en gran cantidad, las consecuencias son fatales. Esto en forma individual, pero imagínese que esta usted con sus seres queridos y ocurre un ataque de esta naturaleza, donde usted mismo no puede controlar su respiración ni puede ayudar a otros y los ve padecer de asfixia.

Siria firmó un tratado, juntamente con Estados Unidos y Rusia que supervisarían su cumplimiento, en el 2013 que le compromete a destruir todas las armas químicas.  Entonces, si se produjo este ataque es porque Siria todavía está en posesión de tales armas que han sido prescritas por la ONU que estimó en unas mil toneladas de armas químicas al momento de la firma, y Siria todavía no ha cumplido con su destrucción.  Este desarme fue el resultado de la masacre acaecida en Guta en julio del 2013, con gas sarín, donde murieron cerca de dos mil personas.

La guerra civil en Siria se origina en la Primavera Árabe del 2011, donde surgieron las protestas pacíficas en contra de Bashar Al-Assad para que se llamen a elecciones libres, ya que Al-Assad fue electo en el 2000 como candidato único y auspiciado por su Partido Árabe Socialista Sirio, llegando -obviamente- a ganar y suceder a su padre que acaba de morir y había estado 29 años en el poder.  Las protestas comenzaron a ser brutalmente reprimidas y, en vez de disminuir, aumentaron en su intensidad, formándose el ejército rebelde y desencadenándose la guerra civil.  Guerra que ha hecho que 5 millones de sirios, según la ONU, sean desplazados y tenga medio millón de muertes y ciudades completamente destruidas. El gobierno sirio tiene el apoyo del gobierno ruso que, mediante alianza, pretende mantener la hegemonía rusa en la región.  Esto hace que Estados Unidos piense en dar una respuesta militar ante este nuevo ataque químico por parte del gobierno sirio a su población, lo cual tampoco traería nada bueno.

Es incomprensible que estas cosas pasen.  De por sí, la guerra es un acto inhumano, aunque es muy de los humanos, ya que somos la única especie en el planeta que asesina a sus congéneres.  Peor aún con estas prácticas diabólicas como es el uso de las armas químicas. Y, todavía peor que un gobierno las use contra su propia gente, y peor aun cuando su gobernante es un médico, Al-Assad es oftalmólogo, que en su juramento hipocrático juró nunca hacerlo, pero la ambición de poder, de que su familia, que ya lleva casi medio siglo gobernando Siria, se mantenga perpetuamente a costa de todo, hace que todo esto sea completamente miserable.  El hecho de que un gobernante no quiera abandonar su posición debe ser una señal de alerta para los pueblos.  Ningún gobierno que lo ha hecho ha resultado beneficioso para su propia gente.  ¿Ejemplos? Sobran.  Y si fuesen buenos, ¿qué les da el derecho de hacerlo? ¿qué les da derecho a quedarse para siempre? Usted diga su respuesta.  

 

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